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La agrupación de consumidores OCU ha convocado esta semana a representantes de toda la cadena de distribución para debatir sobre las medidas más efectivas que reduzcan el desperdicio alimentario.
El desperdicio de comida es un problema de gran impacto económico, social y ambiental. Los datos son alarmantes entre un 30-50% de los alimentos comestibles acaban desechados. Según la Comisión Europea España es el séptimo país que más comida desperdicia después de Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Polonia e Italia.
El desperdicio de alimentos tiene implicaciones no sólo a nivel económico sino también humanitario y medioambiental En España, según el Magrama, se desperdician 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año. En hogares españoles se desperdician 1,36 millones de toneladas por ello OCU cree que uno de los objetivos de la estrategia para reducir el desperdicio pasa por la concienciación de los consumidores para evitar tirar comida a la basura.
OCU y todos los participantes involucrados en este debate abierto y transparente unen sus fuerzas para concienciar a los ciudadanos, explicar la realidad detrás de las alarmantes cifras en España y proponer entre todos iniciativas y cambios que sirvan para disminuir el desperdicio en España y mejorar la gestión de los excedentes de alimentos. Si se quiere llegar a encontrar la solución a este problema global no hay duda de que requerirá un enfoque multisectorial y multidisciplinar.