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Barthélémy Monigard, Country Manager en España de AnkorStore, habla con Retail Actual sobre los desafíos que plantea la campaña navideña para el comercio minorista.
La Navidad y el Día de Reyes son dos de las fechas clave en el calendario anual de cualquier negocio. Los minoristas llevan todo el año preparándose para este momento y las tiendas físicas no quieren verse eclipsadas por los gigantes del e-commerce. Pero ante una competencia agresiva, una inflación histórica y las previsiones de que el 2022 cerrará con la subida de precios más alta de los últimos 37 años, ¿cómo se pueden mantener competitivos los minoristas locales e independientes y preparar sus tiendas para las fiestas?
La actual crisis económica tiene un mayor impacto en las medianas y pequeñas empresas, ya que sus estructuras financieras no son tan fuertes como las de los grandes comercios. Según un estudio de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Capyme), la mitad de las pymes afirman que los beneficios se han reducido los primeros cuatro meses del año y que se encuentran en el peor momento empresarial desde el 2014. Y aunque muchos no ven sus negocios peligrar, otros admiten tener que recurrir a diferentes vías de financiación para poder sostenerse.
Ante este panorama, las fechas clave de los últimos meses del año serán cada vez más desafiantes para los minoristas independientes. Después de dos años de pandemia, los negocios locales y las ventas vuelven a estar amenazadas. Además, los minoristas tendrán también que buscar un equilibrio entre garantizar las existencias
necesarias ante el aumento de la demanda y ofrecer las esperadas rebajas a inicios del próximo año. En este escenario, uno se pregunta: ¿dónde están los márgenes?
El reto es grande y para contestar a esta pregunta es necesario que sucedan dos cosas al mismo tiempo. Por un lado, los minoristas independientes deben buscar las mejores condiciones de compra, puesto que cuentan con menos recursos y necesitan gestionar bien sus flujos de caja, así como el stock que almacenan. Una
mala estimación del comportamiento del consumidor puede llevarles a tener demasiado producto que no se venda, o tener mucha demanda de clientes que no sea correspondida. Por eso es necesario buscar ofertas diferenciadoras que lleven a los consumidores a las puertas de las tiendas, alejándose de los canales de
e-commerce.
Por otro lado, los minoristas independientes también deben tener más oportunidades de elegir, incluso en tiempos financieros difíciles. En este sentido, Ankorstore tiene como misión restaurar el comercio, es decir, devolver el orden natural al comercio minorista. Y para ello brinda a los minoristas independientes las mejores condiciones a la hora de gestionar sus pedidos y finanzas, lo que les permite hacer pedidos bajos y elegir los productos más auténticos y exclusivos de toda Europa.
Es importante alzar la voz para reavivar las calles de los barrios, devolviendo el sentido de comunidad independiente y concienciando al consumidor sobre la preocupante situación que nos afecta a todos. Un mensaje que llegue a oídos de la sociedad para que este año se compre de forma más concienciada y menos impulsiva.
Aunque el mundo online sea importante para conocer nuevos productos y tendencias, la experiencia de compra en la tienda física es algo único que no se puede reemplazar. Y es que es allí donde el consumidor puede tocar, oler y ver cada producto, teniendo total seguridad a la hora de llevárselo.
La combinación de estos dos factores es clave para mantener los negocios locales de puertas abiertas y devolver la vida a las calles. Solo así se puede transformar un momento de gran presión para los minoristas en un éxito total de ventas, así como en una oportunidad única de establecer fuertes relaciones con los clientes
