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Bodegas Barbadillo ha presentado su nuevo vino Patinegro, una nueva incorporación a su división de vinos ecológicos que pone de manifiesto la apuesta de la bodega sanluqueña por el cuidado de la tierra, el medio ambiente y la sostenibilidad en sus 200 años de historia.
Bodegas Barbadillo presenta la nueva incorporación a su división ecológica: Patinegro. Un vino blanco seco con 100% de uvas Palomino Fino y con Indicación Geográfica Protegida Vino de la Tierra de Cádiz. De este modo, la bodega sanluqueña sigue apostando por su compromiso por la tierra, el medio ambiente y la sostenibilidad.
Lo que hace especial a este vino de producción muy limitada son dos características fundamentales: su procedencia de viñedos de albariza con certificación de Agricultura Ecológica y su envejecimiento durante un año en botas de roble americano procedente de la crianza biológica bajo velo de flor de Manzanilla.
Patinegro es el nuevo integrante de la división de vinos ecológicos de la bodega sanluqueña, la cual se estrenó en 2020 con ‘Sábalo’. Su nombre proviene del Chorlitejo Patinegro: un ave que nidifica en las dunas de la costa gaditana y cuya supervivencia en la actualidad se encuentra en peligro. De ahí el guiño a la preservación del Medio Ambiente y defensa de la biodiversidad.
La tierra albariza, la influencia de la cercanía del río Guadalquivir y las marismas, el océano o la uva Palomino fino seleccionada a mano procedente de dos viñas con certificación ecológica ubicadas en zonas diferentes, son factores que condicionan el origen de Patinegro.
La uva procedente de cada viñedo se vinifica de manera separada, con la idea de realizar un coupage que recoja todas las ideas que Barbadillo quiere expresar con este vino, que a continuación se fermenta en cubas de acero inoxidable de reducida capacidad y se deja que envejezca sobre sus propias lías cuatro meses. Finalmente, ‘Patinegro’ se somete a un proceso de crianza de un año de duración en botas de roble americano que previamente han albergado Manzanilla, en busca del aporte de matices de ese vino de crianza biológica bajo velo de flor.
El resultado es un vino limpio, brillante, de color dorado; en nariz es un vino complejo, con matices minerales, sutilmente aromáticos y fragantes. En boca tiene un paladar amplio, cremoso, untuoso, redondo y con suaves matices salinos.
Carmen Romero García, responsable de la nueva división ecológica de Bodegas Barbadillo, explica que “al igual que ocurrió con Sábalo en 2020, con Patinegro, se quiere dar un toque de atención en materia medioambiental. El Sábalo es un pez que hace varias décadas era muy frecuente verlo remontar la cuenca del Guadalquivir hacia Sevilla y que ahora prácticamente ha desaparecido”.