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El 28º Congreso de Estrategia Comercial y Marketing de Aecoc muestra que tanto distribuidores como fabricantes cuentan con incrementar su facturación por el efecto de la inflación. No obstante, los hábitos de los consumidores están cambiado y una de las medidas que se verán en el segundo semestre será el aumento de promociones.
Vivimos tiempos inciertos en los que la tendencia de los consumidores a comprar productos de menor valor para reducir su gasto en la cesta de la compra es uno de los principales desafíos de distribuidores y fabricantes de gran consumo, según constata el sondeo de Aecoc entre 75 empresas del sector -con una cuota de mercado del 90% entre la distribución- presentado hoy en el 28º Congreso de Estrategia Comercial y Marketing.
En esta encuesta, el 60% de las empresas prevé que la actual caída en los volúmenes de compra se mantendrá durante todo el año. En concreto, el 38,9% de los distribuidores anticipa que cerrará 2023 con una caída en los volúmenes de compra de hasta el 5%, mientras que un 27,8% prevé que la demanda se estancará. En cambio, el 33,3% restante proyecta crecer en volumen.
Las perspectivas de los fabricantes van en la misma línea. El 56% apunta a caídas en los volúmenes de venta de hasta el 10%, mientras que un 14% espera resultados similares a los de 2022 y el 29,7% pronostica crecer.
“La prioridad de fabricantes y distribuidores es recuperar la demanda, por lo que, previsiblemente, habrá más promociones en el segundo semestre”.
Fruto del escenario inflacionista, el conjunto de la distribución prevé crecimientos en valor de hasta el 10%, mientras que, en el caso de los fabricantes, el 78,9% también espera aumentar su facturación en 2023 por este mismo efecto.
“El precio es actualmente el factor decisivo en las decisiones de compra y eso está afectando a los volúmenes. La prioridad de fabricantes y distribuidores es recuperar la demanda, por lo que, previsiblemente, veremos más promociones en el segundo semestre del año”, apunta la gerente de Estrategia Comercial y Marketing de AECOC, Rosario Pedrosa.
Los datos presentados por NIQ constatan que la caída en los volúmenes de compra en lo que llevamos de año es del 2%. Sin embargo, el consumo repuntó en abril, con un crecimiento interanual superior al 4%.
Este repunte del consumo coincide con una ralentización destacada en el incremento medio de los precios de los productos de gran consumo en el avance de resultados registrado para el mes de abril, que se situó en el 9,5%. El dato -que NIQ obtiene en base a las ventas reales de los establecimientos de Gran Consumo- supone un descenso de 4,7 puntos respecto a la subida del 14,2% en los precios del mes de marzo.
En cuanto a la evolución del sector, los datos de NIQ muestran un crecimiento acumulado del 11,3% en valor en lo que llevamos de año.
El informe de NIQ expone cómo la inflación está afectando a los hábitos de consumo. “Los hogares tratan de contener el gasto y eso se traduce en más cambios de establecimientos en busca de mejores precios, cestas más pequeñas y una mayor frecuencia de compra, lo que está favoreciendo los formatos de tiendas de proximidad”, expone la directora para el sur de Europa de NIQ, Patricia Daimiel.
Los datos de NIQ también revelan cómo los distintos hogares reorganizan su presupuesto para contener el gasto. El análisis muestra la relevancia que tiene actualmente el factor salud para los consumidores, lo que se traduce en un incremento generalizado en el gasto en productos frescos.