Empresas Premium
Buenas noticias para la industria del pan y bollería. La Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac) ha presentado los datos económicos del último ejercicio, que van al alza tanto en la producción como en la facturación de masas congeladas.
El sector de la panadería, bollería y pastelería industrial en España respira tras estos años inciertos de pandemia y posteriormente incremento inflacionista. Esta categoría ha consolidado la recuperación de la producción de masas congeladas perdida durante la crisis sanitaria, para acercarse al récord de producción alcanzado en el año 2018, cuando se produjeron 969.519 t.
“Volvemos a crecer este año, particularmente en el segmento de la bollería, quizás por el hecho de que había caído mucho por el cierre de la hostelería durante prácticamente un año. Además, vemos que durante los tres primeros meses de 2023 va en esa línea”, avanzó ayer Felipe Ruano, presidente de Asemac.
En la rueda de prensa de presentación de datos de Asemac también ha participado el director general de la Industria Alimentaria en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, quien ha afirmado que, detrás de estas cifras, se encuentra la reactivación del consumo a través del turismo.
También destacado el papel innovador de las industrias de panadería, bollería y pastelería y los esfuerzos llevados a cabo en materia de reformulación de productos más sanos. Además, ha recalcado que “el pan es uno de los alimentos que genera más desperdicio pero que, a su vez, tiene más vidas. Ahora mismo estamos desarrollando la campaña “Aquí no se tira nada: alimentos con siete vidas”. El pan puede tener más de siete vidas, y de hecho hay cientos de recetas vinculadas al aprovechamiento del pan. En la futura Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, el pan va a ser uno de los ejemplos que vamos a poner siempre debido a su versatilidad”.
Teniendo en cuenta la variación del periodo que va entre el año 2015 al 2022 en lo relativo a la producción total, las cifras del año pasado son un 6,2% superiores a las de ese año, demostrando un crecimiento muy constante en el sector en lo que a producción se refiere, con una tendencia siempre positiva a excepción de los años 2020 y 2021, que se vieron gravemente afectados por el impacto de la crisis sanitaria.
La variación en lo que respecta a la producción de pan en toneladas, del 2015 al 2022, ha sido de un -0,6%. Por el contrario, el dato en cuanto a la variación de la producción de bollería representa un +41,6%.
2022 ha sido el año en el que se puso fin a todas las restricciones hasta entonces existentes en el sector de la hostelería, marcado además por el buen comportamiento del turismo en la época estival. Al otro lado de la balanza, la guerra en Ucrania impulsó los precios del gas y la electricidad, así como los costes de las materias primas.
"Un año de escasez y encarecimiento de determinados productos, como el aceite de girasol, que supuso un nuevo ejercicio de rápida adaptación por parte de nuestra industria. Factores, todos ellos que, a la postre, influyeron notablemente en el fuerte crecimiento de la inflación durante los últimos meses del año", explican desde Asemac.
2022 también ha sido el año de la total implementación de la norma de calidad del pan, concretamente lo referido a la reducción del contenido máximo de sal en el pan. También ha sido el año en el que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha validado los resultados del Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas y Otras Medidas, en el que nuestra industria ha cumplido la práctica totalidad de estos objetivos, poniendo de manifiesto el compromiso de nuestro sector con la mejora de la composición de panes especiales, bollos y pasteles. Durante los últimos años, las empresas que forman parte de Asemac han hecho un importante esfuerzo de reformulación en base a innovación e inversión en I+D+i para poder cumplir estos objetivos.