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Un nuevo estudio de IRI desvela el impacto de la guerra de Ucrania en el mercado de gran consumo en Europa. Desde la escasez de alimentos a los productos básicos, el conflicto tendrá un impacto en la alimentación de los europeos.
Los datos de IRI desvelan las consecuencias que tendrá el conflicto entre Rusia y Ucrania para el gran consumo. En primer lugar, la escasez de ingredientes de alimentos y bebidas. Ucrania es uno de los 3 principales exportadores de trigo, semillas de girasol y aceite, maíz y patatas, ingredientes básicos de la mayoría de los alimentos procesados. Además, es el principal productor de cebada y centeno que se utiliza en la producción de alcohol. La pérdida de las cosechas, la imposibilidad de los agricultores para trabajar en el campo, la prohibición temporal de las exportaciones en Ucrania para mantener las existencias de alimentos y la interrupción de los puertos clave (Odessa) supondrán la escasez de ingredientes y problemas de calidad para las industrias de alimentación y bebidas. Aunque los fabricantes y retailers de grandes marcas se abastezcan de otros países, los incrementos en los precios a nivel global afectarán a sus costes.
En línea con este punto, se detecta la futura escasez de productos ecológicos. Ucrania cuenta con la mayor concentración de suelo cultivable del mundo, por lo que la cadena de suministro de alimentos orgánicos está restringida, lo que supondrá escasez e interrupciones en el suministro de alimentos ecológicos frescos.
Además, el conflicto afecta a la disponibilidad de los productos básicos, como gas, fertilizantes o harina de cereal para animales. El precio de los fertilizante ha aumentado un 8 % y, junto con la harina molida para animales (principalmente de ganado lechero y aves de corral), se espera que aumente el precio aún más si la situación se prolonga. Asimismo, Ucrania es un importante productor de titanio, manganeso y mineral de hierro para acero de bajo coste y usos especializados. En esta situación, según IRI, es poco probable que la bolsa de productos básicos se estabilice hasta que la cadena de suministro vuelva a la normalidad.
La escasez de energía es otro de los puntos clave. El gas y el petróleo procedentes de Rusia son transportados al sur de Europa y Turquía a través de Ucrania. Las redes de distribución en sí no han sido atacadas por el momento pero, en el caso de que así sea, esto supondrá escasez de energía. Los países de la OPEP (Organización de los Países Exportadores de Petróleo), principalmente Arabia Saudí, se han negado a aumentar la producción de petróleo para estabilizar los precios.
Otro punto a tener en cuenta, según IRI, son los monopolios de distribución rusos en Ucrania. Algunos de los mayores distribuidores de Gran Consumo en Ucrania son de propiedad rusa y están sujetos a sanciones comerciales y logísticas.
Finalmente, se encuentra la situación provocada por los refugiados, personas que abandonan Ucrania debido a la situación de guerra en su país. La población ucraniana en edad de trabajar no está acudiendo al trabajo actualmente y es poco probable que regresen hasta que la normalidad y la seguridad sean evidentes.
Por estos motivos, según los datos de IRI, se producirá un aumento significativo de la inflación en Europa occidental y el norte de África, debido, principalmente, a tres factores:
- Escasez de ingredientes básicos para alimentos, bebidas y alcohol.
- Mayores costes de insumos.
- Deficiencias en la cadena de suministro y distribución.
El impacto en el gran consumo no se eliminará ni en el caso de acordarse un alto al fuego ya que, por un lado, es poco probable que las sanciones a Rusia se eliminen de inmediato y, por otro, Ucrania necesitará tiempo y gran ayuda humanitaria y económica para reconstruir su agricultura, industria y transporte marítimo.