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Hoy se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, Pink Lady se suma a esta celebración con la quinta edición de Apadrina un árbol, mediante la cual los consumidores pueden adoptar un manzano, seguir su evolución y, finalmente, recolectar las manzanas en uno de los campos de Girona y Lleida.
El Día de la Educación Ambiental se festeja cada 26 de enero. Las manzanas Pink Lady quieren poner su granito de arena con la acción "Apadrina un Árbol" mediante la que quien quiera adoptar un manzano, puede seguir la evolución del árbol durante todo el ciclo productivo y cosechar sus propias manzanas, al llegar el momento de la recolección en otoño, en los campos de Pink Lady en España ubicados en Girona y Lleida.
La manzana Pink Lady que está marcada por su estacionalidad, debido a un largo ciclo de maduración de siete meses. La larga maduración da como resultado una fruta de buena calidad con una gama de calibres equilibrada y un alto índice de azúcar, eso sí, azúcar natural. De esta manera, Pink Lady es la variedad de manzana que más tiempo de vida pasa en el árbol, con una temporada de consumo que comienza durante el mes de noviembre, tras una delicada recolección.
Apadrinar un manzano Pink Lady supone ser parte de un proceso muy especial. Las Pink Lady son unas manzanas únicas en el mundo, resultado del cruce entre las variedades Golden Delicious y Lady Williams. Cultivadas en España respetando el proceso natural de los manzanos y sometidas a una rigurosa selección final basada en la calidad, destacan por unas excepcionales cualidades organolépticas: un seductor color rosado, un aroma irresistible, una textura crujiente y un sabor especial, dulce y especialmente rico en matices.
Para participar en la campaña solo es necesario registrarse en la web. A principios de marzo en tiendas, en el site del proyecto —www.apadrinaunarbolpinklady.es— y en las redes sociales de Pink Lady se darán más detalles de esta edición, en la que podrán ser adoptados 1.500 árboles. Los padrinos a lo largo de todo el ciclo evolutivo irán recibiendo información por correo electrónico de la etapa en la que se encuentra el árbol: imágenes de la floración, explicaciones ofrecidas por el productor y datos interesantes sobre el momento estacional, pequeños vídeos, recetas y juegos, etc.
Además, recibirán en casa un certificado de adopción, junto con información sobre Pink Lady y un pequeño regalo. Asimismo, con este apadrinamiento se tiene la oportunidad de conocer a un productor que compartirá cómo es su profesión y cuáles son sus valores y compromisos. A ello se suma que en la época de recolección —en torno a noviembre—, los padrinos podrán visitar uno de los dos huertos de Pink Lady® en España, donde podrán cosechar las manzanas en persona.
En Lleida, una de las productoras que participan en esta iniciativa es Anna Pauls Solans, que cultiva las manzanas en huertas del pueblo de Corbins. «Soy la tercera generación de productores Pink Lady, que se cultiva en el 25% de nuestros campos. Nuestra comarca es ideal para el cultivo de manzanas con una calidad de suelo adecuada y una insolación óptima. Además, las condiciones climáticas en otoño son especialmente ideales para permitir la buena coloración de nuestra Pink Lady® y el desarrollo de sus aromas. Estoy contenta de participar con mis manzanos Pink Lady® y que puedan ser apadrinados», declara entusiasmada Anna.
Por su parte, Joan María Pareta también forma parte de este proyecto con sus manzanos Pink Lady® de Girona. Su explotación está situada en el centro de la comarca catalana del Empordà, en el cruce de los Pirineos y el Mediterráneo. «Tenemos 50 hectáreas de manzanos, de las cuales 11 son Pink Lady®. Cariñosamente decimos que la Pink Lady es la niña de mis ojos, la favorita de todas las manzanas, y yo añado que la que más alegrías me ha dado. Estoy muy orgulloso de trasladar cómo evolucionan los manzanos apadrinados», destaca Joan María.
En España, las manzanas Pink Lady son cultivadas por 70 productores locales, que trabajan en pequeños terrenos de Lleida —150 hectáreas— y Girona —200 hectáreas— con métodos de cultivo respetuosos con el medio ambiente. Después de 25 años en nuestro país, los productores de Pink Lady® han vivido una renovación, con nuevas generaciones dispuesta a mantener los altos niveles de calidad que exige la marca, pero a la vez son testigos de uno de los milagros de la naturaleza.