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La foodtech Väcka (Barcelona) mantiene una apuesta firme por la I+D para mejorar sus productos y hacerlos más sostenibles, y se propone equiparar sus precios a los de origen animal.
Väcka es una startup, creada en 2021 por Ana Luz Sanz y Maxime Boniface y ubicada en el Nest City Lab de Barcelona, se ha propuesto apoyar la transición hacia una dieta más sostenible y eficiente, sin renunciar al sabor. Para ello, diseña y elabora sus quesos vegetales combinando los procesos tradicionales de fermentación y maduración con la aplicación de avanzadas técnicas de I+D, y siempre con el foco puesto en la reducción del impacto ambiental para contribuir a frenar el cambio climático.
“Cuando decidimos crear Väcka, buscamos crear un producto que realmente pudiera estar al nivel del queso de origen animal. Los siguientes objetivos son lograr equipararlos también en precio y reducir aún más el impacto ambiental de su producción”, explica Ana Luz Sanz, CEO y cofundadora de la compañía.
Väcka tiene actualmente en el mercado seis variedades de queso fermentado, sin saborizantes artificiales, sin gluten y con sello ecológico: dos madurados, Vrie y Vera; dos para fundir, Mözza y Pumpkin Chxddar; y dos untables, Filä y Quëso cremoso de anacardos y albahaca. La mayoría están elaborados con almendras o anacardos, fermentos naturales y hongos especiales (los microorganismos juegan un papel esencial). Y la última incorporación, el Pumpkin Chxddar, está compuesto por un 60% de calabaza, siendo el primer queso de estas características del mercado.
El 60% de su facturación procede de las ventas en más de 400 tiendas especializadas (herbolarios, queserías, tiendas gourmet, supermercados ecológicos) como Veritas, BioConsum, Herbolario Navarro, Organic Market, gracias a su partner Biogran, una de las más importantes distribuidoras en canal especializado. También están en los supermercados Ametller Origen, y próximamente llegarán a los centros Carrefour.
Un 35% de sus ventas se orientan hacia el sector de la restauración, directamente a restaurantes, mientras que el 5% restante se vende directamente al consumidor final a través de su web. Sus clientes son sobre todo mujeres de 25 a 35 años (el 89%), y 4 de cada 10 se encuentran en proceso de transición para dejar de consumir productos de origen animal.
La foodtech se ha propuesto, en una primera etapa, reducir en un 40% la diferencia entre el precio de sus productos y los de origen animal. Para conseguirlo, su estrategia será utilizar ingredientes más locales y económicos con cualidades nutritivas equivalentes y aumentar progresivamente los volúmenes de producción, buscando su escalabilidad.
Väcka se puso en marcha con una inversión inicial de 45.000€ aportados por los socios fundadores, y posteriormente ha recibido un préstamo ENISA de 68.000€, otros 11.000€ de fondos de origen público y 162.000€ de inversión privada. La startup ha participado en varios programas de aceleración de la industria alimentaria, como el de EIT Food Accelerator Network (FAN), el Big Idea Ventures y, más recientemente, el Food (Tech) Challengers del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA).
Ahora, con ayuda de La Bolsa Social, plataforma autorizada por la CNMV que conecta a inversores de impacto y empresas que generan un impacto social y/o medioambiental positivo, la foodtech abre una ronda de financiación participativa para conseguir entre 350.000 y 500.000€. El capital se destinará principalmente a su proyecto de I+D para desarrollar una nueva línea de productos a partir de ingredientes de origen local y sin frutos secos, llegar a 3.000 nuevos puntos de venta y aumentar su plantilla de las 10 personas actuales (el 80% son mujeres) a un total de 37 en 2023.