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Rosa Allegue. Directora Financiera. Skechers Iberia, participará en la próxima edición de Retail Forum 2019, uno de los mayores eventos del sector retail que se celebra en España.
Yo diría que es una situación de soledad. Aún queda mucho camino por recorrer para conseguir un equilibrio de género en las cúpulas directivas. La mujer se incorporó más tarde al mercado laboral, eso es cierto, pero ya han pasado suficientes años para que haya un relevo en los puestos de decisión de las empresas, donde aún un 80% de los puestos de alta dirección y consejos de administración están copados por hombres.
Esta soledad muchas veces hace que las mujeres se encuentren en entornos que consideran les son hostiles, pues se generan situaciones de hipervisibilidad (exposición máxima que sus compañeros varones no experimentan) que las obliga en muchas ocasiones a cambiar sus comportamientos naturales. Es un desgaste continuo al que muchas ejecutivas están sometidas sin ni siquiera apreciarlo, pues toda su vida profesional ha sido similar. Por lanzar un mensaje positivo, creo que la sociedad cada vez está más concienciada y me gustaría creer que en los próximos años veremos más avances aunque muy lentamente.
En la alta dirección no hemos avanzado mucho especialmente en los últimos años donde la incorporación de la mujer se ha estancado. Este techo de cristal, ahora prefieren llamarle de cemento, tiene varios motivos. Son muchos, pero me voy a centrar en los tres que considero más importantes. El primero, los estereotipos en los atributos de un líder, por poner un ejemplo fácilmente entendible, existen estudios que demuestran que las voces graves están mejor valoradas para posiciones de mando pues proyectan mayor autoridad y dominio, al igual que una actitud desafiante como ponerse en pie con las piernas abiertas. La mujer por educación está más enfocada al cariño, a la humildad y a la discreción y biológicamente tiene una estatura inferior al hombre y una voz más aguda, así que sale peor parada en cualquier posición de liderazgo que no esté enfocada fundamentalmente al cuidado de otros.
El segundo, sin duda, la falta de redes y de networking en el entorno profesional, muchas veces por falta de tiempo al tener que encargarse adicionalmente de los cuidados de otros. En este punto veo un avance en los últimos años, la mujer directiva está aprendiendo a marchas forzadas y cada vez hay más asociaciones de mujeres profesionales, algunas con foco en puestos de máxima responsabilidad. El tercero, la absoluta falta de referentes. Cualquier coach te dice que visualices dónde quieres llegar para conseguirlo, pero es difícil imaginar algo que no has visto nunca. Yo por ejemplo no tuve en 30 años de experiencia profesional una sola jefa y reconozco que cuando me ofrecieron mi primer puesto de mando tuve dudas de a qué tendría que enfrentarme.
Las mujeres necesitamos encontrar nuestro espacio, generar nuestro propio estilo de liderazgo, que será distinto para cada mujer (al igual que es distinto para cada hombre) y que con los años y las tendencias irá cambiando pues la mejor estrategia para sobrevivir es ser flexible para adaptarse a los cambios. Hay un estudio muy interesante de la Universidad de Australia del Sur, donde demuestra que el timbre de la voz de las mujeres se ha agravado en los últimos 50 años toda vez que la mujer es cada vez más visible en la esfera pública. Para conseguir los retos, creo que es necesario que las mujeres tengamos autoconfianza y esto requiere un entorno donde se garantice la igualdad. Es importante conseguir bajas de maternidad y paternidad obligatorias y de la misma duración, para que no se siga viendo como algo negativo solo en la mujer el querer aumentar la natalidad en un país donde es absolutamente necesaria…
Serán más diversos, sin duda, pero no solo en cuanto a género, sino también en cuanto a diversidad geográfica, funcional y generacional. Con las nuevas tecnologías llegará, ya está llegando, gente más joven y sobre todo mucho más interdisciplinar. Cada vez el mercado es más volátil, los cambios se suceden más rápidamente y en este entorno de incertidumbre se necesita mucho conocimiento. Soy relativamente optimista. Con dos hijas, no me queda otra…