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Las marcas cada vez tienen más en cuenta el diseño de la experiencia de compra. David Tirado, director comercial y de marketing del Grupo Moinsa analiza las nuevas necesidades de los clientes.
El perfil del consumidor actual en poco o nada se parece al de hace algunos años. Por ello, las estrategias de las marcas han variado en función de las necesidades de sus clientes. David Tirado, director comercial y de marketing del Grupo Moinsa analiza los aspectos que más importancia han cobrado en los últimos años en el punto de venta, cuyo diseño y organización son estudiados con minuciosidad para ofrecer un ambiente agradable que prioriza la experiencia de compra por encima de casi todo.
Entender y adaptarse a lo que pide el consumidor es una de las prioridades de las marcas y, por ello, se esfuerzan para atraer a las personas hacia su punto de venta y, una vez en él, convertirlas en consumidores para posteriormente fidelizarlas.
Las exigencias de los consumidores se han visto altamente afectadas por la complicada situación económica que atraviesa nuestro país. La crisis ha frenado el consumo, especialmente de algunos bienes y servicios, en los últimos años. El cliente de hoy en día busca más calidad y cantidad por menos dinero así como más información y mejor servicio en el punto de venta. Esta evolución de las necesidades ha supuesto también un cambio en diseño del espacio y el equipamiento asociado.
Mejora de la experiencia de compra
“La experiencia de compra en el propio punto de venta se ha convertido en el aspecto clave más importante, y para el cual más trabajan las marcas, en los últimos años” asegura David Tirado. La gente ya no sólo quiere adquirir un producto o servicio que satisfaga sus necesidades, también quiere hacerlo en un entorno agradable y cómodo para ello. Por este motivo, cada vez se valora más la estética en las tiendas o cualquier establecimiento cuyo objetivo sea el de vender.
A la hora de diseñar un local comercial es importante cumplir con los atributos básicos, que sin ser diferenciadores son necesarios, y los atributos inesperados o de impacto, consecuencia de la creatividad de quien lo diseñe. Una correcta combinación de estos atributos permite crear espacios innovadores y útiles para satisfacer las demandas de la sociedad y así ofrecer una experiencia completa y satisfactoria. “Con el tiempo, los atributos diferenciadores pasarán a ser básicos normales y obligatorios, sin ningún tipo de impacto diferenciador. Por este motivo es fundamental una constante innovación” asegura el director comercial y de marketing de Moinsa.
El límite está en la propia imaginación del diseñador, pero siempre con el mismo objetivo: hacer de la visita una experiencia única que haga que el cliente quiera volver. “En Moinsa somos conscientes de la importancia de la experiencia dentro del punto de venta y por ello llevamos 50 años ofreciendo soluciones de equipamiento para todo tipo de establecimientos, siempre con lainnovación y la reinvención por delante” comenta David.