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La reciente aprobación del anteproyecto de ley que reduce la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas semanales, podría tener un impacto significativo en el sector del comercio, que emplea a casi 3 millones de personas. Miguel Venegas, presidente del sindicato Valorian, reflexiona sobre la relación entre el horario y la productividad.
El anteproyecto de ley que reduce la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas semanales podría suponer un aumento de 270 millones de horas anuales o la necesidad de contratar 157.000 nuevos empleados a jornada completa, con un coste adicional para el sector superior a los 3.500 millones de euros.
Si le preguntáramos a cualquier persona trabajadora si está de acuerdo con cobrar lo mismo por trabajar menos horas o trabajar igual número de horas y ganar más, la respuesta sería un rotundo SÍ.
Si planteáramos la misma cuestión a las empresas, es decir, si estarían dispuestas a pagar lo mismo a una persona por trabajar menos horas o pagarle más por trabajar las mismas horas, todas dirían que NO.
Valorian está de acuerdo con la reducción de la jornada laboral, pues eso impacta en la mejora de la calidad del trabajo, pero hay un aspecto clave que no se ha abordado en ese diálogo social, ¿qué papel juega la productividad en todo esto?
Los países de la Eurozona que menos horas se trabaja a la semana son: Holanda (32,2), Austria (33,6), Noruega (33,9), Alemania (34), Dinamarca (34,3), Finlandia (34,8) y Bélgica (34,9), precisamente las economías más desarrolladas de Europa desde todos los puntos de vista y, en particular, en indicadores de productividad.
Por ello, si analizamos la productividad en España, en base a los datos de la OCDE, ésta ha caído más del doble en los últimos 30 años frente al resto de países desarrollados (un 0,5% medio anual frente al 1,2%). Desde la pandemia, esta tendencia se ha agravado: según Eurostat, la productividad en España se sitúa en 97 puntos, por debajo de la media de la Eurozona (103,8) y lejos de referencias como los 108,6 puntos de Países Bajos o los 101,6 de Alemania.
Si, además, añadimos que el sector del retail es un sector intensivo de mano de obra, donde el comercio emplea a casi 3 millones de personas, esta reducción de jornada laboral, sin un aumento de la productividad, puede tener las siguientes consecuencias en las empresas:
Tanto la primera opción, como la segunda, puede tener un impacto negativo en la facturación y, por tanto, una destrucción de empleo.
Por ello, es fundamental acompasar esa reducción de número de horas con un incremento de la productividad por hora trabajada. En este sentido, la tecnología en el sector del retail, será crucial.
Trabajar en mejorar la productividad de nuestro país, es impactar en poder subir los salarios y reducir la jornada. Por el contrario, elevar los costes salariales (bien subiendo los salarios o reduciendo el número de horas a trabajar), sin tener en cuenta la productividad, puede destruir empleo.
Por eso, Valorian trabaja en mejorar la productividad de las empresas en las que tiene representación, porque es la mejor fórmula para mejorar las condiciones laborales.