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El sector agroalimentario, uno de los pilares fundamentales de la economía global, destacó en 2024 por su notable dinamismo en inversiones corporativas. Álvaro Raventós, Socio Director de TAE Europa, explica las claves para entender la solidez de estas operaciones.
A pesar de un entorno macroeconómico desafiante, numerosas operaciones estratégicas se han consolidado, impulsadas por la resiliencia del sector y la creciente demanda global de alimentos.
En España, el número de operaciones creció un 12-15% respecto a 2023, alcanzando un volumen cercano a los 12.000 millones de euros. Las valoraciones de las empresas agroalimentarias también registraron un aumento promedio del 8-10%, con múltiplos EBITDA entre 6x y 9x, dependiendo del segmento y el nivel de especialización.
Entre los principales motores de este dinamismo se encuentran:
Se prevé una mayor actividad en mercados emergentes, junto con un auge en las inversiones relacionadas con aditivos e ingredientes, proteínas alternativas y modelos alimentarios innovadores, consolidando al agribusiness como uno de los sectores más activos en términos transaccionales.
Por otro lado, se esperan movimientos en el sector de los alimentos de IV gama (como frutas y verduras frescas, listas para consumir) y V gama (platos precocinados).
Además, es importante hacer mención especial a la distribución alimentaria, donde el fraccionamiento sectorial es especialmente importante en comparación con la situación del resto de países en Europa. En los próximos años se llevará a cabo una concentración importante de actores dentro de este sector.
Además de los fondos de private equity, el sector ha atraído corporaciones internacionales (grandes players Latinoamericanos, por ejemplo) y fondos de venture capital interesados en la innovación alimentaria. Además, se observa un incremento en la participación de Family offices buscando diversificar sus carteras de inversión.
El aumento de estos actores ha intensificado la competencia, impulsando la mejora continua, acelerando la innovación y ampliando las opciones de financiación para las empresas. Sin embargo, esta dinámica también ha elevado la demanda y los precios, especialmente en sectores con alto crecimiento. Esto genera procesos más competitivos en las subastas de activos, lo que también empuja a los inversores a ser más selectivos y a realizar análisis más profundos. Si bien esto puede aumentar el coste de las transacciones, también beneficia a los vendedores, que logran valoraciones más altas por sus activos.
Se prevé que el sector agroalimentario mantenga un elevado dinamismo transaccional en 2025, alcanzando un volumen de operaciones comparable al de 2024. Las fusiones y adquisiciones continuarán desempeñando un papel destacado, especialmente entre empresas que buscan expandirse y optimizar su eficiencia operativa.
Este sector sigue siendo una apuesta segura para inversores, gracias a su resiliencia, capacidad de innovación y atractivo a largo plazo. En un escenario de transformación global, la combinación de sostenibilidad, tecnología y adaptación a las tendencias de consumo marcará el camino para las operaciones corporativas en los próximos años.
Con más de 30 años de experiencia, en TAE Europa nos enfocamos en operaciones de Pymes ligadas a cualquier parte de la cadena de valor del sector agroalimentario: Sector primario, producción, industria, distribución, incluyendo sectores afines como complementos alimenticios, foodtech y agritech. Brindamos un enfoque integral y personalizado en todas las etapas de la compraventa, impulsando el éxito de nuestros clientes y maximizando el valor de sus operaciones.