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La entrega de pedidos online y fórmulas novedosas en logística son algunos de los desafíos clave para supermercados y comercio minorista. Clara Lloveres, Country Manager de Shopopop en España, nos aporta su visión sobre cómo innovar en este campo.
La llegada de un año nuevo supone para los supermercados enfrentarse a grandes retos y desafíos. No solo hablamos de adaptarse a las novedades del sector, sino de cumplir con unas expectativas cada vez más altas por parte de los consumidores. Con la demanda online en pleno auge y una mayor presión para ofrecer un servicio ágil, eficiente y sostenible, las cadenas de distribución deben afrontar varios retos clave para garantizar el éxito durante toda la temporada.
Uno de los mayores retos de este 2025 es anticiparse al comportamiento de los consumidores para evitar tanto las roturas de stock como los excedentes. El uso de herramientas de análisis predictivo y big data es crucial para ajustar los pedidos y garantizar la disponibilidad de los productos estrella de cada supermercado. Además, las cadenas deben ser ágiles para responder a cambios repentinos en la demanda, especialmente en un contexto donde factores externos como promociones o tendencias pueden influir significativamente en las compras.
El refuerzo del equipo humano es una prioridad a día de hoy. Los supermercados han ajustado sus plantillas para manejar el aumento del volumen de pedidos. Sin embargo, este refuerzo debe ir acompañado de formación específica para garantizar que los equipos puedan gestionar tanto la atención al cliente como las plataformas digitales, que se han convertido en un pilar clave para el consumidor en la actualidad.
Los consumidores buscan algo más que productos: quieren experiencias. Los supermercados pueden destacar ofreciendo promociones personalizadas, recomendaciones basadas en compras anteriores o incluso recetas y contenidos exclusivos que inspiren a los clientes. La implementación de estrategias omnicanal, que combinen la experiencia física con la digital, también será clave para fidelizar clientes y mejorar la percepción de la marca.
Uno de los mayores retos logísticos para los supermercados en este 2025 es la entrega a domicilio. Cada minuto cuenta y los consumidores no solo valoran la rapidez, sino también la flexibilidad. Es decir, quieren poder elegir cuándo y cómo recibir sus pedidos. Sin embargo, aún persisten limitaciones como la falta de servicio en fines de semana o franjas horarias demasiado restringidas, que no siempre encajan con los planes navideños de los clientes.
Para abordar este desafío, muchas cadenas están explorando soluciones innovadoras que optimicen el proceso logístico. En este punto, los modelos de envíos colaborativos permiten aprovechar los trayectos de particulares para realizar entregas en días y horarios más variados, aumentando las opciones para los clientes y aliviando la presión sobre los supermercados.
La sostenibilidad no puede pasar a un segundo plano, y menos en 2025. Con el auge de la conciencia ambiental, cada vez más consumidores buscan alternativas responsables, desde productos de proximidad hasta opciones de entrega que reduzcan el impacto ambiental. Los modelos de última milla más sostenibles serán claves para diferenciarse en el mercado.
Por último, los supermercados deben estar atentos a las regulaciones emergentes y a las tendencias que afectan al sector. Desde las restricciones en plásticos de un solo uso hasta las normativas sobre etiquetado de origen, cada detalle puede marcar la diferencia en la percepción del cliente. Además, la creciente demanda de opciones veganas, productos sin gluten o alimentos ecológicos es una señal de que la diversificación de la oferta será otro de los pilares para triunfar este año.
El último año ha sido un auténtico termómetro para evaluar la capacidad de adaptación de los supermercados a un cliente que exige rapidez, flexibilidad, sostenibilidad y personalización. Los retos son variados, pero también lo son las oportunidades para innovar y reforzar el vínculo con el consumidor.
En este contexto, apostar por nuevas tecnologías, estrategias logísticas y una visión más centrada en el cliente será esencial. Los supermercados que logren superar estos retos no solo destacarán durante todo el año, sino que también estarán sentando las bases para un futuro más competitivo y alineado con las demandas del mercado.
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