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El comercio electrónico ha encontrado en el brushing una estafa a tener en cuenta. En Retail Actual hablamos con Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain para conocer en qué consiste esta amenaza.
Ante el vertiginoso avance del ecommerce, el Brushing es una nueva modalidad de estafa se ha convertido en una de las prácticas fraudulentas más preocupantes. Este fenómeno menoscaba la confianza de los consumidores, así como la reputación y la relación entre marcas y clientes, especialmente en sectores tan sensibles como el de la alimentación.
El Brushing es una estafa en la que un vendedor, generalmente en plataformas de comercio electrónico, envía productos a destinatarios que nunca los solicitaron. Esto permite a quien vende crear órdenes falsas y generar reseñas positivas infladas con el objetivo de mejorar su visibilidad y reputación online. A simple vista, puede parecer un problema sin importancia, pero las consecuencias para las marcas y los consumidores van mucho más allá.
En el caso de las marcas de alimentación, el brushing puede generar desconfianza entre los consumidores. ¿Qué pasa si un cliente recibe un producto alimenticio que nunca pidió? Primero, estará confuso y desconfiará. ¿Está el producto en buen estado? ¿Es seguro consumirlo? Esto afecta directamente a la imagen de las empresas, especialmente cuando los clientes desconocen la procedencia de los productos.
Para las marcas, este fraude también altera las métricas de venta y puede derivar en una pérdida de credibilidad en plataformas de venta online, donde las opiniones y reseñas juegan un papel vital. Es decir, el brushing genera una falsa sensación de éxito que no se refleja ni en términos de clientes reales ni en números de ventas.
Sí, pueden tomar medidas para no ser víctimas del brushing. En el caso de que reciban un paquete no solicitado, deben comunicárselo inmediatamente a la tienda o plataforma de venta para proceder con la investigación. No han de sentirse obligados a pagar por productos no solicitados, y en ningún caso deberían consumir productos alimenticios sin conocer su origen.
Por supuesto, una de las recomendaciones clave es revisar y monitorizar las cuentas en las plataformas de ecommerce para cerciorarse de que no existen movimientos sospechosos. Un fraude de brushing a veces se acompaña de una filtración de datos personales.
Las empresas deben ser especialmente proactivas para evitar que el brushing afecte tanto a sus operaciones como a la confianza de sus clientes. Para velar por su seguridad, es crucial establecer sistemas sólidos de monitorización y análisis de ventas, así como asegurarse de que las transacciones y los datos de sus clientes están protegidos ante posibles fraudes.
Aunque el brushing es una amenaza creciente en el mundo del comercio digital, no es invencible. Los consumidores deben estar atentos a cualquier actividad sospechosa, y las marcas, especialmente en industrias como la de la alimentación, deben actuar rápidamente y con transparencia para proteger tanto su reputación como a sus clientes.
Es crucial que las compañías utilicen soluciones tecnológicas de pago seguras para asegurarse de que las operaciones y los datos de sus clientes están protegidos. La confianza es uno de los pilares más valiosos sobre los que se cimenta el comercio online, y el brushing es un enemigo silencioso que puede socavarla si no se toma en serio.
