¿Estamos llegando al final del dinero en efectivo?

El dinero en efectivo se inventó muchos siglos atrás para agilizar las transacciones comerciales (las primeras monedas conocidas datan del 700 antes de Cristo).

En 1958, apareció la primera tarjeta de crédito que sustituía monedas y billetes por una tarjeta de plástico y abrió el camino hacia la desmaterialización del dinero. La digitalización cada vez más fuerte de nuestras economías y de nuestras vidas, y el peso cada vez más fuerte del ecommerce están acelerando el proceso.

Hace un lustro apareció el “homomóvil”, una evolución de la especie humana que, armado de su smartphone, se propone hacer desaparecer el dinero en efectivo además de gestionar cada vez más aspectos de su vida a través de ese nuevo apéndice.

Pagos a través del móvil

Si la desaparición del dinero en efectivo puede parecer ciencia ficción en un país donde este método de pago representaba todavía el 65% de las transacciones en comercios físicos en 2022, según datos de Banca de España, la tendencia es clara e imparable.

La tendencia en nuestro país desde 2019, acelerada por los cambios de hábitos introducidos por la pandemia, va hacia una disminución del uso del efectivo. En 2019, el 83% de las transacciones en tiendas físicas se pagaban en efectivo contra los 65% de 2022, o sea, una caída de 18 puntos en tres años. En marzo de 2023, el 26% de las compras en tienda en España se realizaron a través del móvil, un porcentaje que no para de subir mes a mes desde 2020.

Fuera de España, hay países que están ya muy avanzados en el proceso de desaparición del efectivo. Desde el año 2011 al 2020 los suecos han reducido el uso de efectivo del 39 al 9%. Los noruegos solo utilizan el efectivo para el 4% de sus transacciones. Se trata del país del viejo continente con menos uso del cash. Según una reciente encuesta del Banco Popular de China, el 66 % de los pagos en ese país de 1,4 miles de millones de habitantes se realizan a través de móvil, mientras que el efectivo representaba solo el 23%.

No hay lugar a dudas de que el dinero en efectivo desaparecerá tarde o temprano como han desaparecido los CD y casetes, objetos de otras épocas, y que solo quedaran los museos para recodarnos cómo se pagaba hasta principio del siglo XXI.

También desaparecerá la tarjeta de crédito

Y con la desaparición de dinero en efectivo, desaparecerá la tarjeta de crédito física. Este trozo de plástico que llenaban nuestras carteras hasta hace poco serán probablemente las primeras en desaparecer, incluso antes que las monedas y billetes. Y es que el uso del móvil para pagar convierte las tarjetas de plástico en objetos inútiles además de poco ecológicos.

El móvil (y por extensión todo tipo de dispositivo móvil conectado: relojes, anillos, pantallas…) se va a convertir en el único método de pago por su comodidad de uso y su seguridad gracias a la biometría.

Con beneficios tanto para el consumidor como para los comercios:pagar en tienda, en ecommerce, enviar dinero a un amigo o a cualquier lugar del mundo… Todo se puede hacer ya desde el móvil, desde cualquier sitio, a cualquier hora, sin esperas y sin depender de nada más que la batería del teléfono.

Obviamente las personas mayores seguirán utilizando el efectivo, pero los nativos digitales van a ser cada vez más numerosos y tienen muy claro que no hay ningún beneficio en seguir utilizando monedas de metal, billetes de papel o tarjetas de plástico hoy en día. Y visto la evolución de algunos países vecinos, a lo mejor la desaparición del dinero en efectivo en España no está tan lejos como se cree.