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Hasta hace un par de décadas existían algunas realidades sociodemográficas que explicaban el poco interés que las marcas mostraban hacia el colectivo de los mayores de 55 años. En primer lugar, la pirámide poblacional gravitaba sobre los 40-45 años de edad (el target principal de la mayoría de las marcas), el nivel de renta de la unidad familiar quedaba seriamente mermado tras el retiro profesional y, por último, la expectativa de vida, una vez iniciada la jubilación, se situaba en torno a los 10 años (actualmente supera los 20 años).
Con este panorama, las aspiraciones vitales de los sénior, incluidas las de consumo, se veían muy limitadas y se repetían patrones heredados de lo que era “ser viejo”: personas inactivas, con poca predisposición a la innovación y a la compra… Las marcas encontraban muy poco aliciente en invertir en nuevos productos o servicios, adaptar sus estrategias de comunicación a este target o a poner en marcha herramientas para su fidelización, pero en la actualidad esta situación ha cambiado por completo.
Más del 30% de la población española actual supera los 55 años, y llegará a ser el 40% en 2030. Su renta media es un 20% superior a la media, y es creciente cada año, debido a que cada vez son más los pensionistas que han cotizado la pensión máxima (unos 2.700 eur/mes).
Muchos hogares disponen de dos pensiones porque se están sumando las mujeres que en los setenta y ochenta se incorporaron masivamente al mercado laboral, otros tienen una renta mensual adicional al tener alquilada una segunda vivienda o han rescatado fondos de pensiones y, además, culturalmente se sienten más próximos a las generaciones más jóvenes, puesto que han bebido de las mismas fuentes (poprock, la TV, los viajes, internet, Netflix…)
Por todos estos motivos, estamos obligados a romper tópicos y repensar cómo damos respuesta a la capacidad económica y social que generan los mayores de 55 años en nuestro país. Las empresas y sectores líderes ya diseñan productos y servicios dirigidos hacia los mayores y lanzan nuevas estrategias para el proceso de venta y la fidelización del colectivo sénior.
En base al informe “Los sénior en España 2021” elaborado por Silver Economy Consulting (*) estudiamos cómo son los mayores de 55 años en términos de alimentación, familia, hogar, ocio, salud y autocuidado, sexo, amigos, finanzas, mascotas, moda, seguros y tecnología. Entre las principales conclusiones vemos que:
1. Existe un gran espacio para la innovación (producto / canal / comunicación) .Las primeras empresas en hacerlo tendrán una ventaja competitiva.
2. Pensar en un sénior como una persona “moderna”, muy permeable a las novedades y a la que le gusta el diseño y la tecnología (es la generación que más innovaciones tecnológicas ha visto surgir).
3. Tener en cuenta que este colectivo antepone la calidad al precio y valora especialmente la atención al cliente. Algo que permite aumentar márgenes y mejorar la fidelización.
4. No pensar en el consumidor sénior sólo como un consumidor directo. Además de comprar para él, le gusta compra para su gente cercana.
5. Utilizar la omnicanalidad y la experiencia 360º, también funciona con los mayores de 55 años. Más del 75% utilizan internet a diario y acceden más tiempo que cualquier otro grupo de edad.
Sin ninguna duda en los próximos años veremos cada vez con más frecuencia cómo el mercado ofrece numerosas propuestas para los consumidores más maduros.
(*) El estudio está disponible en Senior Economy Consulting.