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Su intensa tonalidad violácea añadirá una nota colorista única que a cualquiera invitará a disfrutar del preparado.
Ginebra, vodka neutro o vermú son sus perfectos compañeros. Infusionar antes junto a una medida de la bebida elegida para que pueda explotar su sabor y aroma. Tres minutos y todo se teñirá de violeta, momento perfecto para crear el resto del cóctel. Colat la mezcla, añadir el resto y decorar con una flor completa.
Son el perfecto complemento para una copa o preparado de Vodka y más si la mezcla es de vodka, tónica y un punto de jengibre. Añadir la flor de malva, déjala infusionar en el vodka y pasado unos minutos, la tónica. Quedará rico, con un aroma especial y además, muy bello.
Los pétalos de rosa deshidratados dan el toque de color romántico (mézclalos con gin tonic y la copa tornará al rosado más bello) y aroma sutil y delicado que invita a disfrutar relajados y con mucho amor de cada sorbo.
Una vez que los mezcles con la ginebra elegida, irán poco a poco liberando sus aceites esenciales para que, por minutos, la copa sea un nuevo descubrimiento. Frescura, una fragancia agradable y única tornada con un destello de notas de una complejidad especial que se liberan en nariz y boca.
Con estos pétalos de rosa podrás crear cocktails de todo tipo: con alcohol, sin alcohol, aperitivos, digestivos… Aptos para todos y en cualquier momento del día.
La Flor de Jazmín llega a la coctelería por la puerta grande. Amor, romanticismo, el secreto de una noche de verano… Con un sabor dulce, agradable pero con notas ácidas en determinados instantes, convierte aquello que toca en mágico. Con vodka, ginebra, ron…
Incluir las flores de jazmín directamente en la copa una vez preparada o sacar el máximo partido infusionando previamente unos minutos a temperatura ambiente. Después, cuela el preparado y terminar la copa. Añadir unas flores más al resultado final para aportar elegancia y sofisticación.