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Una década después de la entrada en vigor del Real Decreto 895/2013, que exige que los aceites de oliva sean presentados en envases inviolables y etiquetados, algunos establecimientos de hostelería siguen incumpliendo la normativa. La Interprofesional del Aceite de Oliva Español ha manifestado su preocupación por este problema y ha instado al Gobierno y a las Comunidades Autónomas a endurecer los controles.
“Es inaceptable que todavía haya locales que utilicen envases rellenables o anónimos. Esto no solo perjudica al consumidor, sino también a la imagen de los aceites de oliva y del propio sector hostelero”, destaca Pedro Barato, presidente de la Interprofesional.
El cumplimiento de la normativa ofrece varias garantías para el cliente:
Barato señala que los envases ilegales plantean dudas sobre la composición del producto: “¿Cómo puedo saber si es realmente aceite de oliva virgen extra o si contiene una mezcla de otras grasas? Este incumplimiento atenta contra la confianza del consumidor”.
Además, recalca que en otros países productores como Italia y Grecia, la restauración funciona como embajadora de sus aceites, mientras que en España aún se observan prácticas que deterioran esta percepción.
Para combatir este problema, Aceites de Oliva de España ha reactivado la campaña “¿Peeerdona?”, que ya fue un éxito en 2017 y 2018. Con un enfoque humorístico y cercano, esta iniciativa busca educar tanto a hosteleros como a consumidores sobre la importancia de utilizar envases que cumplan con la normativa.
La campaña, protagonizada por la actriz Rossy de Palma, combina anuncios en televisión, redes sociales y otros medios digitales. “Soy una apasionada de los aceites de oliva españoles; nunca faltan en mi mesa”, afirma Rossy. La actriz considera un honor colaborar en esta iniciativa que busca reforzar la confianza en el producto.
El presidente de la Interprofesional añade: “Cumplir con esta norma no es un simple trámite burocrático, es una garantía de calidad y un reflejo de la transparencia de un establecimiento”.
En un país como España, que espera recibir más de 100 millones de turistas este año, la gastronomía es uno de los principales reclamos. Las salas de restauración son un escaparate fundamental de la cultura culinaria, y la presencia de envases ilegales afecta no solo a los consumidores nacionales, sino también a los visitantes internacionales.
“Es nuestra responsabilidad proteger la calidad de los aceites de oliva, no solo por su importancia cultural y gastronómica, sino también para reforzar la reputación de España como líder mundial en este sector”, concluye Barato.
La campaña estará activa hasta abril de 2025, con el objetivo de garantizar que la normativa se cumpla en todos los establecimientos del país.