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Acaba el verano, las horas de luz se reducen, bajan las temperaturas… Y, con ello, comienza otra nueva etapa para los profesionales de la hostelería. Toca adaptarse al nuevo clima y proponer opciones para que los usuarios sigan acercándose a los locales.
¿Qué deben tener en cuenta los empresarios del sector para no reducir su facturación? Existen algunas recomendaciones que, temporada a temporada, han tenido un efecto muy positivo: utilizar una carpa terraza para seguir ofreciendo un exterior atractivo, la instalación de sistemas de climatización o cambios en la propuesta gastronómica son algunas acciones que se pueden llevar a cabo en septiembre y octubre, conforme el tiempo cambia.
La búsqueda de confort para el comensal es uno de los grandes retos que debe asumir el hostelero en otoño y en los meses más fríos que vienen inmediatamente después.
Esto es especialmente importante en aquellos negocios que cuentan con terrazas. En muchas zonas del país no es posible plantearse ocuparlas, salvo que estas se protejan de la intemperie.
Esto es lo que ofrecen empresas como Eurostretchcarpas, que cuenta con un amplio catálogo de toldos y paredes laterales para generar ambientes cerrados en plena calle. Así, es posible utilizar la terraza durante todo el año, aprovechando el confort que dan los materiales de protección durante el otoño.
Las carpas tensadas son una opción económica, cómoda y, sobre todo, fácil de instalar y retirar. De este modo, se pueden crear terrazas cambiantes, que son espacios cerrados durante el otoño y el invierno y se liberan de estas ataduras en la mejor época del año.
También es posible construir un espacio cerrado con las lonas verticales y, en verano, retirar estas últimas para solo aprovechar la estructura superior de sombra.
La mejor forma de optimizar del todo un cerramiento con carpa superior es utilizar sistemas de climatización que eleven la temperatura.
En ese sentido, el mercado está lleno de opciones, entre las que últimamente destacan las lámparas de infrarrojos. Estos dispositivos no están pensados para iluminar, sino para emitir una radiación segura que actúa como la luz del sol, por lo que ofrece una temperatura de confort de manera muy natural y sin efectos adversos.
Una vez que se ha habilitado el espacio exterior para no perder mesas y que se ha conseguido una comodidad mínima gracias a la carpa de techo y los sistemas de climatización, toca pensar en cómo atraer a la gente.
Para ello, los negocios de hostelería lanzan propuestas especiales que llaman la atención de los comensales y los mueven a hacer planes fuera de casa.
Un ejemplo claro es la cantidad de menús especiales de otoño que se diseñan en restaurantes de todo el país. Estos utilizan lo mejor de los productos de esta época del año para ofrecer platos como guisos, recetas con setas o preparaciones con las castañas y las nueces como protagonistas.
Con estos tres sencillos pasos, los negocios de hostelería lo tienen fácil para prepararse de cara a afrontar el otoño sin que se registre una pérdida preocupante de clientes.
