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Los mayoristas de la distribución alimentaria generan un impacto vital para la actividad comercial, empleo y vertebración territorial. Asedas aporta cifras económicas de distribuidores y Cassh&Carry para comercios y canal horeca.
Asedas, Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, ha analizado el impacto de los mayoristas de alimentación en la economía española. En nuestro país existen 177 empresas operadoras de Cash&Carry y/o suministradoras de todo el surtido que necesita un negocio de alimentación minorista o de hostelería (no se consideran en este estudio, realizado por Retail Data, las empresas mayoristas especializadas en frutas y hortalizas, congelados u otros productos específicos). De las 177 empresas, 106 obtienen la mayor parte de sus ingresos de la actividad mayorista y surten a más de 6.823 tiendas de forma directa, de las que la gran mayoría -más de 6.400- funcionan a través de contratos de franquicia o asociación. Según esto, la distribución mayorista presta servicio al 52,5% del total de tiendas que operan bajo estos modelos.
En cuanto a su contribución a la vertebración territorial, los mayoristas surten a más del 60% de las tiendas franquiciadas-asociadas en municipios de menos de 10.000 habitantes; mientras que este porcentaje se eleva al 78 por ciento en los pueblos de menos de 2.000 habitantes.
En empleo, suman 18.350 trabajadores directos; de los que más de 13.700 corresponden a las empresas mayoristas asociadas a centrales de compra. Cabe mencionar también el impulso económico de estas empresas, que presentan una facturación conjunta que supera los 9.250 millones de euros.
Mención aparte merece el conjunto de Cash&Carry (tiendas destinadas fundamentalmente a la hostelería con productos específicos para la restauración), que está compuesto por 613 unidades, la mayoría -491- vinculadas a centrales de compra. La red se ha mantenido muy estable en los últimos años, registrando un ligero crecimiento desde 2020, tras el fuerte retroceso que se vivió en los años 2018-2020 motivado por el cese de actividad de algunos operadores y por el cambio a un modelo híbrido destinado al público general y profesional de otros.
"La distribución mayorista ofrece un servicio esencial poco conocido, pero que tiene un gran impacto en la actividad de cientos de pequeños minoristas de alimentación y en miles de negocios de hostelería. Es importante, además, resaltar por todo ello su función como eje vertebrador del territorio”, explica Silvia Otero, directora ejecutiva corporativa de Transgourmet Ibérica.
La distribución mayorista para hostelería surte a una red de más de 300.000 establecimientos gastronómicos que tenemos en España y que, a su vez, son creadores de 1,76 millones de puestos de trabajo y realizan una aportación cercana al 6% al PIB de la economía española, se puso de manifiesto en la conversación mantenida entre los principales actores del sector.
"El importante peso de la hostelería en la economía de nuestro país es incuestionable, como lo es su peso social; ya que en nuestro país gozamos de un modelo de hostelería que nos diferencia del resto de los países, en el que los bares y restaurantes son el escenario perfecto de nuestra socialización. Asimismo, los establecimientos de restauración son el escaparate perfecto y el último eslabón de toda la cadena de valor agroalimentaria, que, a su vez, contribuye, con su apoyo constante del sector, a mantener su liderazgo”, apunta Emilio Gallego, secretario general de la Confederación Empresarial de la Hostelería de España.
También desde el ámbito del estudio de las relaciones en la cadena, Pablo de la Rica, director de Aecoc Horeca, señala que en los próximos años debemos afrontar una serie de retos de manera conjunta "que tendrán gran impacto en ejes como la distribución, la regulación y la digitalización. Por ello, estamos liderando una reflexión conjunta del Route to Market del sector a futuro, habiendo analizado las tendencias y los posibles impactos".