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Colocar un mostrador en el lugar correcto del punto de venta puede hacer que tu tienda funcione mejor o peor, que la experiencia de compra sea agradable o un infierno, que haya más ventas o que el ratio de conversión sea bajísimo. La experta Igone Castillo nos da las claves para optimizar este elemento tan importante del diseño de una tienda.
Los mostradores de las tiendas pueden ser muebles muy útiles y cómodos, elementos en torno a los que clientes y vendedores/as inician una conversación, o lugares en los que se pueden mostrar productos (obvio, no?). Colocarlos en el lugar correcto del punto de venta puede hacer que tu tienda funcione mejor o peor, que la experiencia de compra sea agradable o un infierno, que haya más ventas o que el ratio de conversión sea bajísimo.
Tal y como explica la experta Igone castillo, la función de los mostradores también pueden ser las trincheras en las que algunos equipos de ventas se refugian de los clientes, en las que esperar a ver si «los otros» se acercan. Y claro, mejor que vengan ya con el producto en mano (sólo a pagar) y que no pregunten demasiado. Los mostradores pueden ser barreras que no nos dejan acceder a los productos o incluso pueden ser fronteras que separan a las personas, creando dos bandos. ¿Qué queremos que sean los mostradores?
Las personas y el diseño de la tienda tienen mucho que ver entre sí: el buen diseño tiene en cuenta a las personas, tanto las de «dentro» como las de «fuera» ¿Cuál es el papel del mostrador en tu tienda? ¿Tienen miedo tus equipos a salir del mostrador? ¿Has pensado en cómo el mostrador puede influir en las experiencias de compra (tamaño, ubicación, concepto)? ¿Te cuesta pensar en el lugar idóneo para colocarlo?
Descubre más con los consejos sobre comercio con la experta en marketing en el punto de venta Igone Castillo.