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Más de medio centenar de alumnos del colegio valenciano Sagrado Corazón de Vedruna, han aprendido sobre los retos del sistema alimentario en la 4ª edición de Gastro Genius.
Gastro Genius ha regresado a las aulas con una 4ª edición en la que los alumnos del colegio valenciano Sagrado Corazón de Vedruna han reflejado su visión sobre cómo comeremos en el futuro. La iniciativa ha puesto durante cuatro días en contacto a los alumnos con empresas líderes del sector de la alimentación, entidades públicas, emprendedores y gastrónomos, invitándoles a reflexionar sobre la relación con la comida y qué impacto tiene en su entorno.
El programa impulsado por el hub de innovación alimentaria Km Zero ha contado con Helados Estiu, Platos Tradicionales, Patatas Lázaro, Las Naves, Makro y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Los proyectos de los alumnos han sido presentados en las entidades participantes en forma de fallas, como guiño a las fiestas de Valencia.
“Trasmitir la importancia de crear hábitos de alimentación saludables en las etapas de aprendizaje escolar es fundamental, pero hay un factor que definirá la forma de comer de las próximas generaciones y sobre el que los niños y niñas apenas son conscientes: el impacto del sistema alimentario”, explica Claudia Da Cunha, Project Manager de KM ZERO Food Innovation Hub.
“Agradecemos a la Fundación KM ZERO el haber realizado esta edición de Gastro Genius en la que nuestros alumnos y alumnas de 1º de secundaria han trabajado, mediante talleres, retos y otras actividades, la importancia de una buena alimentación, los productos de proximidad, algunos de los proyectos que marcarán el futuro de la alimentación y qué acciones se pueden hacer desde casa para mejorar la salud personal, la de nuestro entorno y la del planeta”, afirman desde la dirección del Colegio Sagrado Corazón de Vedruna de Valencia.
Entre los 10 proyectos diseñados por los alumnos se han podido ver ideas como envases 100% biodegradables hechos con piel de patata, tuppers inteligentes que avisan del estado de conservación de la comida o huertos creados en edificios para fomentar el consumo de alimentos frescos y locales.
Otras soluciones han estado enfocadas en el diseño de plataformas web en las que la comida sobrante y no manipulada de los eventos pueda ofrecerse a ONGs o restaurantes que disminuyen la huella de carbono y aplican la economía circular para los comensales concienciados con el medio ambiente.