La relación entre supermercados y medios de comunicación: desgranamos las claves

• Periodismo: El periodismo no está en crisis, y creo que no lo va estar nunca, siempre que sea el periodismo bien hecho, con ética y deontología. Lo que creo que está en crisis es la empresa periodística. Y, por lo tanto, a muchos periodistas que no les queda más remedio que dar palos de ciego buscando soluciones para hacer rentables sus empresas.
• Información y redes sociales: La disrupción viene del fenómeno digital y las redes sociales, que han cambiado radicalmente la forma de hacer periodismo, pero lo que sobre todo han cambiado la forma de informarnos sobre la realidad. Es la tormenta perfecta. No solo es que, como periodista, tenga que hacer las cosas distintas, sino que juego con unos jugadores que, en principio, no quieren consumir información, ni quieren pagarla y lo que quieran oír no lo van a hacer a través de los medios tradicionales.
• Inteligencia artificial: La IA en el sector de la agroalimentación puede tener un uso fantástico en todo lo que significa procesos automatizados, robótica, digitalizción, manejo de datos, logística… El periodismo, sí está abocado a establecer controles de calidad mucho más potentes. Es decir, una empresa periodística pueda utilizar la IA, por ejemplo, como una herramienta de investigación, pero va a estar obligada a tener más controles de calidad para que “no te cuelen” algo que no esté claramente analizado, probado, suscrito por fuentes... La labor de un periodista no puede ser sustituida por la IA, pero es absurdo pensar que no puede ayudar.
• Periodismo y servicio público: Siempre he creído en el servicio público del periodista. Estoy formada en medios que consideraban que lo que hacían tenía un impacto como un servicio público. Por ejemplo, en EFEAgro, como agencia de noticias, damos a los clientes 160 noticias al día, pero luego ofrecemos en abierto siete u ocho que consideramos fundamentales. En este sentido, por ejemplo, una de mis decisiones en pandemia fue dar en abierto todo lo relacionado con la alimentación porque en este momento me parece que tenía una función social como periodista.
• Reputación de los supermercados: Tras la pandemia, tenéis un prestigio muy reforzado, porque prácticamente eráis la única certidumbre. La certidumbre era que se podía bajar al supermercado y a la farmacia, y había nada más, pero sabías que ibas a comer y que si necesitabas medicación, la tenías. Habéis tenido un empuje al prestigio de vuestro trabajo muy importante. A eso se suman dos cosas. En lo que se refiere a vuestro sistema logístico, es decir, el músculo de un sector que, ante una situación así, funcionó. Tú bajabas al supermercado y comías lo que te apetecía. Y estamos hablando de frescos, congelados, todo… es decir, el músculo de la logística estaba garantizado. Y luego habéis tenido un impulso de prestigio con vuestros trabajadores. Como en toda sociedad desarrollada, por desgracia, el sector servicios parece invisible y el Covid dio un impulso de prestigio a vuestros trabajadores muy importante. Pero, si nos salimos de la situación de la pandemia, los supermercados son los grandes supervivientes de nuestro estilo de vida. Desde la transición, hemos ido imitando formatos de vida y de compra anglosajones, que no son los propios nuestros y el supermercado es el gran superviviente. El supermercado del barrio, donde tengo el fresco que me apetece, la marca que me gusta, donde está la señora que sabe lo que quiero y con solo mirarla me dice “esto sí”. Dais cercanía y proximidad
• Desinformación: Lo que peor se plantea el sector de la distribución alimentaria es ese juego de buenos y malos resultante de la polarización de la sociedad. Tenemos un problema de inflación gravísimo y se ha decidido buscar cabezas de turco. Igual que en la cuestión del cambio climático se ha decidido que la ganadería contamina. La simplificación de los mensajes, la polarización, va buscando enemigos. Por lo tanto, llega el problema de los precios y la simplificación más fácil es señalar allí donde se compra. Y no se busca más.
• Información: Mi receta es “transparencia hasta la cocina”. Si tu proveedor te ha tenido que subir precios porque ha subido el fertilizante, cuéntalo. Hay muchas formas de contarlo. Cuéntame que has comprado la cuarta parte de la producción de cítrico para venderlo y que tienes no sé cuántos agricultores a los que les ha subido el coste de la producción y que, encima, la DANA se ha llevado la mitad de la cosecha, con lo cual en función de la ley de la oferta y la demanda los precios han subido y cuenta que hemos ajustado los márgenes para no subir demasiado el precio final. Es verdad que no es un mensaje fácil para el lector. En el arranque de la inflación estuvieron los inputs que afectaban a los costes de producción, ahora hay un problema de disponibilidad y logística por las guerras y por las Danas y por el cambio climático, ¿por qué no lo explicamos? Y, sobre todo, ¿por qué no lo explicamos juntos, toda la cadena?

Juan José Juárez, Director de Proyectos de la Fundación Berstelmann

Patricia Daimiel, directora general para Iberia de NIQ (antigua Nielsen).

Horacio González Alemán, fundador de Thoffood y Consultor de la UE.