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El centro tecnológico Ainia publica el informe “Percepción del consumidor sobre la carne cultivada” para dar las claves sobre este tema de candente actualidad y las cifras que soportan este movimiento por buscar nuevas fuentes de proteínas.
A nadie se le escapa la necesidad de encontrar nuevas fuentes de proteínas para dar respuesta a la creciente demanda y al incremento de la población. La ONU estima este aumento demográfico en 1.000 millones de personas en tan sólo doce años. A la significativa demanda de alimentos que generará este crecimiento demográfico, se suman las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que señala un aumento del consumo de carne de casi el 73% para el año 2050.
Desde el centro tecnológico Ainia han publicado el Informe “Percepción del consumidor sobre la carne cultivada”. Tal y como explica Cristina Jodar, investigadora de esta entidad, además de mejorar procesos más eficientes y el uso de nuevas fuentes proteicas que garanticen un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente. En línea con las prioridades del Pacto Verde Europeo y de las directrices recogidas en la Agenda 2030.
El Informe “Percepción del consumidor sobre la carne cultivada” se enmarca dentro del proyecto Smartmeat, impulsado por la Conselleria d’Innovació, Universitats, Ciéncia i Societat Digital en el que además, hemos conocido cómo afectan aspectos como el bienestar animal o la sostenibilidad, su grado de aceptación hacia este producto así como las palancas y barreras a su compra y consumo, entre otros factores.
El 46% de las personas encuestadas han oído hablar de la carne cultivada. Existe una mayor proporción de consumidores de las generaciones Z y Millenial, que de las generaciones de edad X y Baby boomer.
Los consumidores habituales de alternativas vegetales a la carne, o que mantienen un tipo de alimentación reducetariana, flexitariana, vegetariana o vegana, han oído hablar más de carne cultivada que los consumidores omnívoros. También existe una mayor proporción de consumidores que cuidan su alimentación, y que se mantienen informados en materia de alimentación, que han oído hablar de la carne cultivada
Una vez conocen lo que es la carne cultivada, el 63% tiene intención de probarla y el 46% la compraría, siendo la Generación Z la que muestra mayor intención de compra que el resto de generaciones. Los consumidores que cuidan su alimentación y les gusta ir de compras, tienen mayor intención de compra que el resto.
La mayoría de las personas encuestadas que indican que consumirían carne cultivada complementaría el consumo de carne cultivada con carne tradicional o con alternativas vegetales.
Los principales impulsores a la compra de carne cultivada son: bienestar animal, respeto por el medioambiente, curiosidad por probarla o mayor sostenibilidad, entre otros aspectos. Y los principales frenos serían: un posible precio elevado, falta de información o desconfianza.