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Central Lechera Asturiana y otras cinco instituciones del Principado ponen en marcha el primer estudio de la microbiota en la población mayor para alcanzar un envejecimiento saludable.
Central Lechera Asturiana junto a otras cinco instituciones asturianas públicas y privadas (Centro de Investigación Biomédica en Red Salud Mental, Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias – Imoma - Ovida, Servicio de Salud del Principado de Asturias y el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias) han puesto en marcha el primer estudio en la población senior para conocer las características de la microbiota intestinal que facilitan un envejecimiento saludable. Este proyecto está siendo liderado por Julio Bobes, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Central de Asturias y su equipo. Además, también contará con la participación de más de 35 investigadores multidisciplinares, que le darán un alto rigor científico.
Existen varios estudios que han encontrado una asociación directa entre los cambios de la microbiota intestinal a consecuencia de la edad y la presencia de diversas enfermedades físicas y mentales, así como con el síndrome de fragilidad, que se caracteriza por provocar una disminución de la capacidad del organismo para responder a factores externos, incrementado el riesgo de caídas, declive funcional, discapacidad, etc. Sin embargo, actualmente no se dispone de un estudio que nos permita tener una información detallada sobre la microbiota en personas de edad avanzada por ello, se ha puesto en marcha esta iniciativa con el objetivo de caracterizar y comparar el metagenoma intestinal (conjunto de genomas de todos los microorganismos intestinales) entre personas mayores robustas y frágiles.
Para llevar a cabo este proyecto están reclutando a más de 200 personas mayores de 70 años en diferentes centros de salud mental; La Ería, La Corredoria y Langreo, además de en el Hospital Monte Naranco y en el Centro Intergeneracional Ovida. Las personas que participen en el estudio deberán cumplir una serie de requisitos para poder formar parte el mismo, entre las que se encuentran la cumplimentación de un cuestionario que incluye información relacionada con la dieta y datos de tipo psicológico y psiquiátrico. También deberán someterse a las pruebas clínicas necesarias de cara a evaluar su índice de fragilidad, además de a pruebas biológicas de sangre y heces, para conocer el estado de su microbiota. Estas últimas serán analizadas por el IMOMA.
Una vez que se obtengan los datos del metagenoma de cada uno de los individuos que participen en el estudio, se procederá a realizar un análisis bioestadístico de los mismos con la finalidad de identificar las bacterias que son beneficiosas para disfrutar de un envejecimiento saludable. Está previsto contar con los resultados y conclusiones del estudio para el próximo año.