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Con el patrocinio de la Asociación de Marcas Europeas (AIM, por sus siglas en francés), más de 80 empresas y organizaciones de la cadena de valor completa de envases se han unido con el objetivo de evaluar si una tecnología de vanguardia: la marca de agua digital, que puede mejorar el proceso de clasificación y las tasas de reciclaje de calidad de los envases de la UE.
Uno de los principales retos de la economía circular en materia de envases es optimizar la clasificación de los residuos posconsumo identificando con precisión los envases, lo que mejoraría la calidad y la eficiencia del reciclaje. Las marcas de agua digitales podrían revolucionar el modo de clasificar envases en los sistemas de gestión de residuos, ya que ofrecen nuevas posibilidades que en este momento no son viables con las tecnologías actuales.
El hallazgo se dio a conocer en el marco del programa New Plastics Economy de la Fundación Ellen MacArthur, que investigó diversas innovaciones para mejorar el reciclaje posconsumo. Los resultados del proyecto indican que las marcas de agua digitales constituyen la tecnología más prometedora, y ya ha superado con éxito la demostración conceptual básica en una línea de clasificación de prueba. La intervención de la industria de los productos de marca se ha incorporado ahora para facilitar la fase siguiente, llamada HolyGrail 2.0, que impulsará la iniciativa en toda la cadena de valor con un alcance y una escala muy superiores.
En esta fase se pondrá en marcha un proyecto piloto industrial a fin de demostrar la viabilidad de las tecnologías de marcas de agua para mejorar la precisión del proceso de clasificación de envases y la calidad del reciclaje, además de ofrecer un argumento comercial para su utilización a gran escala. "Los tres elementos fundamentales son la innovación, la sostenibilidad y la digitalización, que se combinan
para cumplir el objetivo del Pacto Verde de promover una economía limpia, circular y climáticamente
neutra", señala Michelle Gibbons, directora general de la AIM.
Las marcas de agua digitales son códigos imperceptibles, del tamaño de un sello postal, que cubren la
superficie de los envases de bienes de consumo. Pueden contener diversos atributos, por ejemplo,
información del fabricante, número de referencia del producto (número SKU), tipo de plásticos utilizados y composición de objetos de múltiples capas, uso alimentario frente a uso no alimentario, etc. Una vez que el envase ingresa en la planta de clasificación de residuos, el objetivo es detectar y decodificar la marca de agua digital con una cámara de alta resolución estándar en la línea de clasificación, que a su vez lo podrá clasificar y derivar a los flujos correspondientes basándose en los atributos transferidos.
Con ello se mejoraría la eficiencia y la precisión de los flujos de clasificación y, por tanto, la calidad del reciclaje, lo que aportaría beneficios a toda la cadena de valor del envase. Además de este pasaporte digital de reciclaje, las marcas de agua digitales también podrían utilizarse en otros ámbitos, por ejemplo, participación de los consumidores, visibilidad de la cadena de suministro y operaciones del comercio minorista.
La AIM es la Asociación de Marcas Europeas y representa a los fabricantes de marcas de Europa en cuestiones fundamentales que afectan a la capacidad de diseñar, distribuir y comercializar sus marcas. La AIM tiene 2500 empresas afiliadas, desde Pymes hasta multinacionales, directa o indirectamente a través de las asociaciones afiliadas nacionales o corporativas.