Empresas Premium
El informe de Aecoc ´Hacia un modelo sostenible de Distribución Urbana de Mercancías en España´ indica que los atascos, el impacto ambiental y la siniestralidad ocasionada por el tráfico en las ciudades suponen pérdidas de entre 15,1 y 23,8 mil millones de euros.
El I Congreso Aecoc de Smart Cities ha sido el evento escogido para presentar el informe ´Hacia un modelo sostenible de Distribución Urbana de Mercancías en España´, que analiza los modelos de movilidad urbana que hoy imperan en las ciudades españolas y su impacto económico, ambiental y social.
Según los datos del estudio, el actual modelo de movilidad urbana en las ciudades españolas tiene un impacto muy relevante en la pérdida de competitividad, con un coste económico derivado del tiempo perdido en atascos, del impacto medioambiental y de la siniestralidad cifrado entre los 15,1 y los 23,8 mil millones de euros al año, lo que representa el 2% del PIB nacional.
Las pérdidas de tiempo en atascos representan la externalidad derivada del tráfico urbano con mayor impacto sobre la competitividad de las ciudades, con pérdidas valoradas entre los 8,4 y los 15,2 mil millones de euros. De hecho, tanto Madrid como Barcelona están entre las 50 ciudades del mundo con mayor congestión por tráfico, con 129 horas perdidas por habitante al año en la capital y 147 en el caso de la ciudad condal, lo que equivale a más de 15 jornadas laborales en atascos. Ambas ciudades también presentan una media de velocidad en sus centros urbanos de tan solo 13 y 14 quilómetros por hora respectivamente, menor que ciudades mucho más pobladas y con mayor congestión como Moscú, Ciudad de México, Sao Paulo, Nueva York o Berlín, entre otras.
Estos datos no solo suponen un grave perjuicio para la economía, sino que también tienen un impacto social. Los niveles de contaminación atmosférica actuales sobrepasan los límites establecidos por la OMS, y tres de cada diez españoles estamos expuestos a una contaminación acústica superior a la recomendada por la misma organización, y ahí el tráfico tiene gran parte de responsabilidad", apunta el responsable del área de Smart Cities de AECOC, Marc Nicolàs.
Distribución de mercancías y crecimiento del online
Dentro de la movilidad urbana, el peso de la distribución de mercancías ha ido a más, y así seguirá siendo en los próximos años. En 2019, su peso sobre el total de la circulación en el centro de Madrid fue del 38%, y se calcula que en 2025 este porcentaje ya será del 47%.
Buena parte de esta subida se explica por el crecimiento constante e-commerce. Si en el periodo 2013-2018 el comercio electrónico creció un 10%, se espera que en los próximos años lo haga hasta un 20%, más aún tras la crisis sanitaria del Covid-19 y el cambio de hábitos que ha generado en los consumidores, cada vez más avezados a las compras por Internet.
El informe advierte que, con los actuales modelos de movilidad urbana, el crecimiento previsto hasta 2025 del tráfico de mercancías en las ciudades hará que el coste social y económico derivado del tráfico aumente un 30%.
Alternativas sostenibles
Con el objetivo de mejorar los modelos de movilidad urbana, el informe propone alternativas con capacidad de generar sistemas más sostenibles a nivel económico, ambiental y social, empezando por la movilidad nocturna. Actualmente, solo el 25% de las provincias españolas tienen legislación para permitir la logística nocturna, cuya aplicación supone una mejora en la eficiencia de los procesos de entrega, una disminución de emisiones y una reducción de los quilómetros recorridos por operación, por la drástica reducción de tráfico en esas horas.
Actualmente, el gran grueso del transporte de mercancías en las ciudades se sigue dando entre las siete de la mañana y las ocho de la tarde.demás del incremento de la logística nocturna, el informe de AECOC plantea un modelo implantable en todas las ciudades españolas y basado en seis ejes: flexibilización del acceso a la ciudad y la descarga; digitalización y regulación de las zonas de carga y descargas; despliegue de redes de taquillas; uso del big data; establecimiento de carriles multiuso; y creación de plataformas de consolidación para la última milla y de modos de transporte alternativo.
"Hoy el transporte de mercancías ya supone un porcentaje elevado sobre el total de la movilidad urbana, por lo que debe gestionarse bajo el prisma de la sostenibilidad, pero esto no se traduce necesariamente en un aumento del tráfico total, porque en muchas ocasiones acaba sustituyendo viajes particulares", concluye Nicolàs.