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El presidente de Aecoc, Javier Campo, ha adelantado, en el foro Next Education, que España será el último país de la UE en salir de la crisis del Covid-19 por su dependencia del turismo y del ocio y porque destinará un 11% de su PIB a ayudas bancarias y para las empresas, un porcentaje menor al de países del entorno.
El presidente de Aecoc, Javier Campo, ha sido el protagonista hoy del Foro ´Economía Post Covid-19´, organizado por Next Education. En conversación con el periodista Manuel Campo Vidal, Javier Campo ha pronosticado que España será el último país de la UE en salir de la crisis actual por su dependencia de sectores gravemente afectados, como el turismo, el ocio y la restauración, y por la aportación pública que se destinará a mejorar la situación de las empresas. "Pondremos un 11% del PIB en ayudas bancarias a disposición de las compañías, que es una cifra importante, pero menor al 15% - 20% que están destinando países de nuestro entorno".
En este sentido, el presidente de Aecoc ha avanzado que la economía España no volverá a los indicadores de 2019 hasta el tercer trimestre de 2022, una previsión condicionada a que no se produzcan rebrotes que afecten a la economía y que se logre una vacuna durante el primer trimestre del próximo año.
El presidente de Aecoc ha considerado que la excepcionalidad de la situación obliga a analizar los años 2020 y 2021 de forma conjunta, para incorporar el efecto rebote que tendrá la economía el próximo año. "Estamos ante un año de 24 meses, que cerraremos con una caída del PIB del 4,5% y en torno a 800.000 puestos de trabajos destruidos".
A pesar de las perspectivas negativas, Campo recuerda que "esta no es una crisis financiera como la de 2008, que provocó una caída del 10% del PIB, conllevó falta de liquidez en el sistema y obligó a una recuperación que ha durado años, sino que estamos ante un shock de oferta provocado por el cierre de los negocios".
En esta línea, Javier Campo ha aplaudido el esfuerzo de la Unión Europea por facilitar la liquidez de los países para evitar repetir una crisis financiera y ha adelantado que, tras el shock de oferta, en la próxima fase de esta crisis viviremos un "shock de la demanda".
El presidente de AECOC ha avanzado que esta demanda se verá afectada por la reducción de la renta disponible y por la caída en el índice de confianza del consumidor. Como consecuencia, se espera una contención en el gasto y una búsqueda de experiencias seguras, lo que favorecerá el desarrollo del e-commerce. "Todo lo que evite que la gente salga de casa crecerá", avanza Campo.
En el análisis sobre las enseñanzas que está aportando esta crisis, Campo ha destacado la necesidad de revisar todos los planes de riesgos empresariales. "Tenemos muy bien identificados aspectos como incendios y ataques informáticos, pero no teníamos prevista una falta de disponibilidad de las personas, que resultan indispensables para mantener la actividad", ha explicado el directivo. .
Por otra parte, el presidente de Aecoc ha considerado que en el futuro más próximo crecerá la producción local, por la necesidad de minimizar el riesgo de tener producciones muy deslocalizadas, y se revisarán las cadenas de suministro para hacerlas más eficientes.
En su revisión de la situación de los sectores más afectados, Campo ha recordado que con la esperada caída del 11% del PIB, la supervivencia de muchos comercios, restaurantes y bares está en peligro. Del mismo modo, ha anticipado que el turismo internacional no volverá a España hasta la Semana Santa de 2021, siempre que haya una vacuna disponible.
En este sentido, ha recordado la necesidad de que la administración favorezca medidas como la flexibilización de los ERTEs y que, más allá de garantizar la liquidez de las empresas, ayude a su solvencia. "Los 100.000 millones de avales puestos a disposición por el gobierno servirán, en muchos casos, para paliar las pérdidas generadas en esta crisis, pero muchas empresas seguirán con balances quebrados y pueden acabar cerrando si no se garantiza su solvencia", ha expuesto Campo.
Finalmente, Campo ha reconocido el esfuerzo de toda la cadena de suministro, que aseguró el abastecimiento en las fases más críticas de la crisis. "La cadena agroalimentaria ha demostrado su solidez y su responsabilidad para garantizar el abastecimiento y la seguridad de trabajadores y empleados", ha indicado para recordar que "esta crisis hubiera sido muy diferente en una situación de desabastecimiento de alimentos".