Los responsables de ambos ministerios se reunieron la semana pasada con organizaciones de
sectores agroalimentarios afectados por los aranceles que aplica Estados Unidos en el marco del caso del consorcio Airbus a quienes expusieron la situación del litigio, así como las gestiones del Gobierno, en defensa de los intereses españoles, frente a los aranceles. Los ministros subrayaron que España está defendiendo medidas de apoyo adicionales para los sectores más afectados por los aranceles.
En la actualidad, Estados Unidos mantiene una consulta pública (con período de alegaciones hasta el 13 de enero) para revisar la lista de los productos y la cuantía de los aranceles impuestos en el marco de la disputa por el caso Airbus, lo que podría agravar la situación. Maroto resaltó la voluntad de diálogo del Gobierno para conseguir una “solución negociada” que logre revertir definitivamente los aranceles; mientras que Planas afirmó que el Gobierno está haciendo “todo lo que está en su mano” para promover que la CE articule medidas de apoyo compensatorias suficientes.
Maroto explicó que su departamento ha mantenido cuatro reuniones con representantes de la Administración de Estados Unidos –Embajada de EE UU en España, asesor de la Casa Blanca y dos encuentros con representantes del US Trade (Secretaría de Estado de Comercio estadounidense)-. Asimismo, esta semana la ministra se entrevistó en Bruselas con el comisario europeo de Comercio, Phil Hogan. Por otro lado, en el último Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, celebrado en diciembre, unos diez países, con España y Francia a la cabeza, solicitaron apoyos adicionales para los sectores más perjudicados por los aranceles, según recordó Planas.
A su vez, las Interprofesionales del Aceite de Oliva Español y de la Aceituna de Mesa reclamaron al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se ponga al frente de la defensa de sus intereses como nación, sin más dilación, y por ello le solicitaron una reunión urgente.“La situación es de tal gravedad que no es posible confiar únicamente en el papel negociador de la Unión Europea. Tiene que ser España directamente la que intensifique la batalla por unos sectores que están sufriendo la expulsión del mercado americano por la imposición de aranceles adicionales que impiden competir en igualdad de condiciones con el resto de producciones europeas y/o mundiales”, indicaron. A su juicio, se trata de “un ataque injustificado que se ha dirigido, con toda la intención, contra nuestras producciones alimentarias más emblemáticas y asentadas en el mercado norteamericano y apreciadas por sus consumidores como referentes de calidad”.