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El informe “Recalculando ruta 2020” de Nielsen pone en valor la disolución de canales entre el supermercado y restauración con la gama de platos preparados. Además se fija en el Smart Social User, un consumidor que diferencia el valor aportado por la tecnología, como puede ser la Inteligencia Artificial (IA).
El take away ha sabido responder a las necesidades del consumidor, en tanto dos de cada tres que piden al restaurante para comer en casa reconocen que es por no tener que cocinar, mientras que casi la mitad aduce ahorro de tiempo y comodidad de no tener que desplazarse al restaurante. Y junto con la conveniencia, la sorpresa, ya que un 38% valora la posibilidad de tener una experiencia de consumo diferente y que le sorprendan.
He aquí una oportunidad que surge de la llamada disolución de los canales y de los formatos entre supermercados y restaurantes, uno de los cambios más importantes del gran consumo en la actualidad y que requiere una nueva aproximación al consumidor, pero no de una manera colectiva, sino personalizada. Conocer a cada uno de los 47 millones de consumidores, sus definiciones tan particulares de qué y cómo se le puede aportar valor y sus momentos, tan cambiantes, engloban el principal reto al que se enfrenta la industria y la distribución.
Por otro lado, este informe apunta a que la tecnología debe ser el punto de apoyo para abordar las nuevas estrategias. La Inteligenica Artificial será por tanto un facilitador o potenciador de la propuesta de valor al consumidor. De hecho, según el informe "Recalculando ruta 2020", el consumidor español tiene un grado de conocimiento entre los consumidores del 5,6 sobre 10.
El uso de la inteligencia artificial debe aproximar a fabricantes y distribuidores al consumidor, pero hay que ser listo en el acercamiento. Seis de cada diez consumidores quiere recibir promociones personalizadas dentro de la tienda, pero si esas notificaciones se producen antes de entrar en la tienda, solo cinco de cada diez quieren recibir esa información.
Pero es que además, un porcentaje parecido está interesado en saber antes de entrar en la tienda y a través de una pantalla si está el producto que busca. Por tanto, la tecnología debe ayudar a hacer realidad ese surtido “infinito” adaptado a los momentos de cada consumidor. Y al mismo tiempo ser un aliado para la distribución, ya que la rotura de stock, cuando se ha acabado un producto en la tienda, se traduce en un 30% de venta perdida.
Y ser listo con la tecnología también es hacer menos traumático el momento del pago de la compra. Por ello, un 60% de consumidores está interesado en pagar a través de App u otra tecnología y evitar el paso por la tradicional caja de salida.
Al mismo tiempo, la tecnología se convierte en un aliado para el consumidor en su demanda de salud y sostenibilidad, en tanto dos de cada tres consumidores quieren un lineal inteligente, que, a través de una pantalla, les informe de precios, origen, productos de temporada, etc.
Según Ángela López, directora de Iniciativas Estratégicas de Nielsen, “el mercado afronta un contexto de demanda estancada, a lo que hay que añadir retos como la menor renta disponible o el envejecimiento de la población. Esto obliga a virar hacia un nuevo camino de crecimiento que pasa por la tecnología como medio para llegar a un consumidor ya preparado, al que hay que conocer de manera particular, tanto su perfil como sus momentos. Navegamos hacia un consumo one to one, y la única manera de monitorizar, analizar y tomar decisiones por parte de fabricantes y distribuidores pasa por la inteligencia artificial”.