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La Unión Europea ha otorgado a la morcilla de Burgos el reconocimiento como Indicación Geográfica Protegida (IGP), lo que distingue a este producto cárnico con un sello de calidad reconocible a nivel europeo.
La morcilla de Burgos entra a formar parte de la selecta lista de productos que han recibido la Indicación Geográfica Protegida (IGP) por su calidad alimentaria, según se ha publicado hoy en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Con esta incorporación, Castilla y León ya cuenta con 68 figuras de calidad alimentaria, y se culmina el procedimiento iniciado en 2012 tras la solicitud de la Asociación Promotora Pro-Indicación Geográfica Protegida Morcilla de Burgos, creada hace más de 20 años para conseguir este objetivo.
En la actualidad, seis industrias se dedican a elaborar Morcilla de Burgos, un producto cárnico obtenido mediante embutido y posterior cocción, en cuya elaboración se utiliza cebolla horcal, manteca o sebo, arroz, sangre, especias y sal.
A partir de ahora, en las etiquetas comerciales de cada firma inscrita figurará obligatoriamente la mención IGP Morcilla de Burgos y se expedirá provisto de una contraetiqueta numerada con el nombre de Morcilla de Burgos y el logotipo de la Indicación Geográfica Protegida.
Del mismo modo se prohíbe el uso del nombre geográfico para las morcillas que no cumplan con las características de la figura de calidad, lo que supondrá un impulso para el sector agroalimentario de la Comunidad.
La importancia social y económica del sistema de protección de la calidad agroalimentaria en Castilla y León, que cuenta en la actualidad con 68 figuras, se manifiesta en que, según los últimos datos disponibles, integra alrededor de 20.000 explotaciones, 1.400 industrias y supone un valor económico superior a los 1.000 millones de euros.