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Las empresas de la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicios y Supermercados, Asedas, que agrupa a las principales cadenas, son capaces de reorganizarse en un escaso margen de tiempo para atender la demanda de los consumidores que tienen que reponer en unas horas su despensa vacía tras las vacaciones.
Durante los próximos días están previstos millones de desplazamientos por la operación retorno de vacaciones. Las empresas de la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicios y Supermercados, Asedas, que agrupa a las principales cadenas con cerca del 70% del total de la distribución en nuestro país, son capaces de reorganizarse en un escaso margen de tiempo para atender la demanda de los consumidores que vuelven a casa y que tienen que reponer en unas horas su despensa vacía tras las vacaciones.
El volumen de productos de alimentación adquiridos en las zonas de veraneo ha aumentado una media del 40%. Agosto sigue siendo el mes por excelencia del período vacacional, a lo que hay que sumar el número de familias en las que algunos de sus miembros permanecen fuera de sus ciudades de residencia hasta septiembre. Con el final de las vacaciones, ese incremento del consumo que se ha producido de manera paulatina, se concentrará en unos días en las ciudades de residencia habitual. Para poder absorber esta repentina demanda, se hace necesaria una eficiente red logística capaz de cambiar en cuestión de horas las rutas para surtir de producto a cada supermercado.
Abastecer el lineal en los supermercados
Durante los últimos días de agosto y primeros de septiembre pasarán cada día de media por los lineales de los supermercados, 17.000 kilos de producto para que los clientes puedan llenar su cesta de la compra sin problemas: “Logramos trasladar, en una media de 21 horas, los productos del campo a los lineales con garantías de seguridad alimentaria y calidad”, asegura el Director General de Asedas, Ignacio García Magarzo.
Las empresas de Asedas cuentan con alrededor de 500 plataformas logísticas en las que trabajan unas 50.000 personas para abastecer los 18.000 puntos de venta existentes en todo el territorio nacional. Esto permite que el tiempo transcurrido desde que se agota un producto hasta que se repone, sea mínimo.
Un aumento de la demanda, como la que se produce en un escaso margen de tiempo como este, exige el esfuerzo concentrado de los 260.000 empleados que trabajan cada día para mantener surtidas las estanterías de los supermercados.
En este proceso juega un papel fundamental el correcto funcionamiento de la cadena agroalimentaria. Por ello, Ignacio García Magarzo destaca la importancia de lograr una cadena sostenible, “desde el sector de la distribución realizamos continuos esfuerzos para mantener el equilibrio entre las personas que trabajan en el campo, en la industria y en la distribución, algo esencial para hacer llegar hasta el domicilio de los consumidores productos de alimentación de una calidad excelente como los que tenemos en nuestro país y a precios muy competitivos”.