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El departamento técnico de la asociación Asprocan -que agrupa a los productores de plátano de Canarias- pone en marcha un proyecto piloto con el objetivo de ampliar hasta un mes el tiempo de transporte en condiciones óptimas para su consumo.
La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátano de Canarias (Asprocan) ha puesto en marcha un proyecto piloto destinado a potenciar las condiciones de conservación del plátano durante su transporte y a ampliar, con ello, la duración de su vida, desde el momento en que se recoge de la planta hasta su venta al consumidor final.
Con ello se potenciará la exportación de Plátanos de Canarias en mercados que requieren de largos períodos de transporte. Tal y como explican desde esta agrupación, en la actualidad el 94% de la producción de plátanos de Canarias se destina al mercado español, donde los productores regionales cuentan con una ventaja competitiva con respecto a sus competidores, como es la frescura que ofrece su producto, gracias a su tradicional proceso de producción, mucho más lento y natural que el de la banana, así como por su mayor tiempo de permanencia en la planta.
Sin embargo, esta cualidad se convierte en una dificultad añadida a la hora de exportar plátanos a otros mercados más alejados, dado que el transporte desde el Archipiélago en contenedores refrigerados, como los que se utilizan para el traslado a la Península de más de un millón de kilos diarios, resulta inviable más allá de los 5-10 días.
En su empeño de buscar soluciones a esta limitación, Asprocan ha comenzado a trabajar en la aplicación de nuevos sistemas de transporte con el propósito de facilitar la entrada a otros mercados que requieren emplear tres veces más tiempo que el peninsular.
Alargar la vida útil un mes
En esta línea, la entidad puso en marcha recientemente una primera experiencia piloto para comprobar la vida útil de la fruta tras el almacenamiento de plátanos en un contenedor de atmósfera controlada, simulando el transporte de plátano durante un mes.
Los resultados de estas primeras pruebas son todavía preliminares pero representan un nuevo paso para valorar tanto la viabilidad técnica como financiera, ya que el cultivo del plátano de Canarias se encuentra penalizado por el elevado coste de transporte que sufraga el sector en su integridad. Esta experiencia contó con la colaboración de la empresa Marmedsa, la cual contribuyó con Asprocan a la donación de la fruta utilizada a los bancos de alimentos.