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Según el analista de mercado Trace One, el consumidor cada vez opta por productos más saludables y augura un buen futuro para las firmas que fabriquen esta bebida para marca blanca
La presencia de la marca propia no es igual en todos los sectores, ni encuentra la misma expansión en los distintos nichos de mercado. En el caso concreto del agua envasada, la marca del distribuidor (MDD) es la que concentra actualmente la mayor cuota de mercado según el analista del mercado Trace One. Por ejemplo, según datos de mayo de este mismo año de la consultora especializada en gran consumo IRI Worldwide, el segmento de aguas sin gas de marca propia representa un 42,1% del volumen de ventas (1.338,39 millones de litros) y un 29,2% del valor (200,26 millones de euros) del total del mercado.
Algo muy similar sucede en la categoría de agua con gas, donde el porcentaje de la marca propia por volumen de ventas es del 45,7% (30,9 millones de litros), con un valor de 9,3 millones de euros (21,4%). Esto pone de manifiesto la importancia que tienen las marcas propias en un mercado tan amplio como es el del agua envasada, en el que, según la consultora KantarWorldPanel, durante 2013 más de 13,7 millones de compradores adquirieron algún producto de este tipo a través de los canales de distribución habituales.
España, cuarto productor y tercero en consumo
En términos generales, España está experimentando un crecimiento sostenido en el mercado del agua envasada, gracias, según la Federación Europea de Aguas Envasadas (EFBW), a la demanda de un consumidor cada vez más interesado en procurarse un mayor bienestar y en cuidar su salud consumiendo productos auténticamente naturales y saludables.
Es más, nuestro país se sitúa como cuarto mercado de la UE en términos de producción de agua mineral, por detrás de Alemania, Italia y Francia; y tercero en consumo, tras Italia y Alemania. Además, según KantarWorldPanel, el gasto en cada acto de compra se ha incrementado en los últimos años hasta superar los dos euros, así como está disminuyendo progresivamente la frecuencia de compra, que ya ronda los quince días.