Empresas Premium
Bernardo Zarallo, director comercial de Conservas Emperatriz, hace un repaso para Retail Actual de las principales novedades presentadas la semana pasada en este salón internacional que se celebra en Bruselas.
Texto y fotos por Bernardo Zarallo, director comercial de Conservas Emperatriz
Para una persona que acude por primera vez a Seafood, líder mundial en el sector del pescado en sus múltiples canales, le impresionaría el énfasis que hacen todos los productores por el respeto y convivencia con los habitantes del mar y, por supuesto, hacia el propio medio. Cierto es, que salvo los países de la rivera mediterránea, vender pescado sin certificar y con una rigurosa trazabilidad es casi imposible en la actualidad. Cualquier folleto que caiga en nuestros manos de un supermercado europeo –bien sea un discount o un supermercado de clase media– verá cómo exponen con orgullo sus registros. De hecho en una reciente encuesta a los consumidores de TESCO, rechazaban la política de comercializar pescado enlatado sin las garantías de una empresa certificadora detrás.
Volviendo a Seafood, España estuvo presente con diferentes pabellones regionales y uno del Ministerio de Agricultura y Pesca, que durante la feria ofreció la posibilidad de concertar reuniones con distintas autoridades como la comisaria de pesca en la Unión Europea María Damanaki a la que se le pudieron sugerir las necesidades de los fabricantes, entre ellos la abusiva tarifa arancelaria con Estados Unidos, que prácticamente obliga a deslocalizar la producción, si acaso se quiere vender allí.
La evolución de las marcas españolas
Los stands más espectaculares fueron los de la fabrica conservera Campos que ha evolucionado en los últimos tiempos con una amplia gama preparados congelados, como hamburguesas de atún. También Gulas Aguinaga que, tras el invento de la famosa gula, es una de las firmas que más vueltas le está dando a cómo crear valor añadido, exponía una amplia gama de brochetas y la reciente incorporación de bolsitas con gulas y chirlas con una apetitosa presentación. Últimamente ha incorporado productos cárnicos y cuenta con un agresivo plan de expansión sostenido con una inversión continua en este sentido.
Otra empresa que llamo la atención fue la gallega Clavo, con una línea de ultracongelados que presentaba arroces con sabores y pescados vestida de una manera informal, fresca y atractiva. Su stand, compuesto por dos contenedores, todo un ejemplo de optimización logística.
Industria francesa y noruega
Muy destacada y sorprendente la industria agroalimentaria francesa que salvo las ostras que se comen solas, presenta toda su oferta de productos de mar listos para comer, como un pescado fresco aliñado en bandeja para meter en horno, sopas cuidadas y ensaladas mixtas. La mayoría refrigerado con valor añadido, pues cocinar pescado requiere de “mano” y hoy día las familias desgraciadamente tienen otras prioridades. La industria lo debe ofrecer listo para disfrutar. Lógicamente el margen bruto del producto aumenta y la industria diversificando gama logra sustituir aquellos que están muy maduros.
Potentísima la industria del salmón noruega con unas empresas y stands que sorprendían por su apuesta, recordar que el salmón en Estados Unidos junto a la gamba, representa un porcentaje mayoritario del consumo familiar de productos del mar, aunque se mantiene por debajo de la media europea, con menos de una vez por semana presente en la dieta familiar. Es por ello, por lo que la potente industria pesquera norteamericana exporta millones de toneladas a Europa, sirva de ejemplo el volumen económico con España que asciende a 113 millones de dólares. El estado de Alaska mostró las riquezas del mar que por extensión y calidad son las mejores del mundo para especies como salmón, bacalao.
El tirón del ultracongelado
Por nichos, los productos ultra congelados representan un espacio importantísimo del negocio fundamentado en frituras con gran diversidad de sabores, colores y presentaciones. Los ahumados en Europa ocupan el segundo lugar en presencia seguidos por las tradicionales conservas divididas entre las que prima el precio de origen coreano, chino o tailandés o las de garantía procedentes de España, Francia y menor medida Italia cuya industria apuesta por ensaladas y condimentos para la pasta de la mano de su líder RioMare. Curiosamente, el pescado fresco ocupa un lugar reducido, casi siempre de la mano del libre servicio.
Finalmente, Seafood es un lugar de encuentro de pescadores, intermediarios e industria auxiliar, que este año vive un momento convulso por la repentina bajada de los precios de atún en origen que influye en toda la cadena agroalimentaria. Muy destacada la presencia de empresas especializadas en la pesca cultivada que a su vez también existe empresa registradora ASC Farmer responsibly que certifica el empleo de medios equilibrados en el cultivo de los peces.
En definitiva, más de 1200 expositores de 30 países, que buscan como asentar y ampliar la cultura de la alimentación sana de productos mar, que indudablemente debe partir desde el inicio de la educación de los más pequeños, pues así se cimienta las costumbres de las futuras familias.