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Emilio Llopis es doctor en Branding, licenciado en Ciencias Empresariales y PDD por IESE. Profesor en EDEM Escuela de Empresarios e IE Business School, entre otras, y que recientemente ha publicado un libro “Marcas Buenas, Buenas Marcas” sobre el modelo TBA de branding sostenible, nos desgrana una estrategia de negocio en la que el foco es la construcción de valor de marca desde la óptica del negocio y del empresario.
La sostenibilidad es, sin duda, una transformación estructural que está redefiniendo la economía global. A los escépticos les diría que no actuar ahora es asumir un riesgo enorme para la viabilidad de sus negocios. Las regulaciones ambientales son cada vez más estrictas, los consumidores demandan empresas más responsables y las cadenas de suministro evolucionan hacia estándares sostenibles. No se trata solo de evitar riesgos, sino de generar oportunidades. Los estudios demuestran que las empresas sostenibles logran mayores índices de lealtad, retienen mejor el talento y acceden a nuevos mercados con mayor facilidad.
En el sector de alimentación y bebidas, hay ejemplos notables de empresas que apuestan por la sostenibilidad y generan un impacto positivo. Familia Torres, con su programa “Torres & Earth”, demuestra cómo la reducción de emisiones y gestión eficiente de recursos pueden ser el núcleo de un modelo operativo innovador y responsable. Heura Foods ha liderado el cambio hacia una alimentación más vegetal, alternativas sostenibles a la carne que reducen drásticamente la huella de carbono. Estas compañías han integrado la sostenibilidad como un valor esencial, no solo en sus productos, sino también en sus operaciones y comunicación. Otros ejemplos de empresas de alimentación y bebidas que han desarrollado sólidas estrategias de sostenibilidad son Hijos de Rivera o Vicky Foods.
Para desarrollar una estrategia de sostenibilidad, las empresas de alimentación, bebidas y retail deben abordar los tres pilares del ESG (ambiental, social y de gobernanza) de forma integrada. En el ámbito ambiental, las compañías deben enfocarse en optimizar el uso de recursos, reducir emisiones a través de fuentes renovables y fomentar prácticas de economía circular que minimicen el desperdicio. En el ámbito social, es esencial garantizar condiciones laborales justas, involucrar a las comunidades locales y educar tanto a empleados como a consumidores sobre el valor de las prácticas responsables. A nivel de gobernanza, la transparencia y la ética empresarial son clave para generar confianza en los stakeholders, así como para evitar el greenwashing.
Con todo, la empresa deberá desarrollar un PDS (Plan Director de Sostenibilidad), que integre todas sus actuaciones e indicadores de cumplimiento, Y deberá reportar al respecto para hacer público su compromiso y evolución de su cumplimiento.
Este año será un factor crítico en la competitividad de las empresas del retail y otros sectores. La transparencia será esencial, ya que los consumidores y reguladores exigirán pruebas claras de los avances sostenibles, basadas en datos concretos. La economía circular jugará un papel clave, con iniciativas que prioricen la reutilización, el reciclaje y la optimización de recursos. También veremos un mayor protagonismo de la tecnología, como el blockchain, para garantizar la trazabilidad de las cadenas de suministro, y la inteligencia artificial. Por último, será vital que las empresas fortalezcan sus alianzas estratégicas con otros actores.