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Las nuevas normas EUDR aprobadas en el entorno de la Unión Europea imponen nuevos criterios de información ambiental, social y de gobernanza. Alberto Zamora, CEO de la plataforma Osapiens, explica para Retail Actual cómo tendrán que actuar todos los eslabones de la cadena de suministro en alimentación. Spoiler: afectará a grandes y pequeñas empresas.
El 31 de diciembre de 2024 más de 33.000 grandes y medianas empresas españolas tendrán la obligación de reportar acorde a las nuevas regulaciones de obligado cumplimiento, tales como el EUDR, (Reglamento de la Unión Europea contra la Deforestación), y a corto plazo la CSRD (Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa). Se imponen nuevos criterios de información ambiental, social y de gobernanza para las empresas de la Unión Europea o que operen en cualquier país miembro.
Además, a finales de marzo el Consejo de la UE ha dado luz verde a la nueva directiva de diligencia debida (CSDDD), que exige identificar y evaluar daños medioambientales y violaciones de los derechos humanos en toda la cadena de valor empresarial, y tomar medidas para prevenirlos y eliminarlos. Afecta ya a más de 5.000 empresas en toda Europa.
El sector de la distribución alimentaria será uno de los más afectados, ya que el EUDR establece nuevas normas relativas a la introducción y comercialización en el mercado de la Unión, así como a la exportación desde la Unión, de los productos que contengan o se hayan alimentado o se hayan elaborado utilizando las materias primas pertinentes, concretamente: ganado bovino, cacao, café, palma aceitera, caucho, soja y madera. Los objetivos fijados están claros: reducir al mínimo la contribución de la Unión a la deforestación y la degradación forestal, reducir la contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, la ley recoge dos figuras que también afectan de pleno a este sector: el operador y el comerciante. El operador es quien introduce los productos en el mercado por primera vez o los exporta, mientras que el comerciante es toda persona de la cadena de suministro que comercializa los productos pertinentes.
Los grandes retailers también serán considerados operadores y tendrán la misma exigencia y deberán garantizar la diligencia debida. Sin embargo, la sostenibilidad no entiende de tamaños. Todas las empresas, independientemente de su tamaño, se verán afectadas por las normativas. Sí, también las pequeñas. Quizás no como operador, pero sí como comerciante. Algunas normativas tardarán más en llegar a los negocios más pequeños, pero a largo plazo serán inevitables.
Pongamos de ejemplo una tableta de chocolate vendida en un supermercado. Desde su proceso de elaboración hasta su comercialización, cada paso deberá estar documentado y garantizar que ese cacao no procede de una zona deforestada. ¿A quién afecta la EUDR? Afecta al cultivador del grano de cacao, a las cooperativas que los venden, a las empresas de transporte que exportan dichos productos, a los importadores, a los fabricantes y a los retailers y mayoristas. Volviendo al ejemplo de la tableta, si en el almacén donde se guardan los granos de cacao hay granos que sí proceden de una zona deforestada, aunque no se vayan a utilizar para la citada tableta de chocolate, ya no sirve como proveedor porque no cumple con la diligencia debida.
Aunque pueda asustar la nueva normativa y la gran cantidad de trabajo que supone, también implica un ejercicio necesario y magnífico de transparencia en toda la cadena de suministro. Transparencia que ya es muy apreciada por los consumidores, que cada vez son más exigentes, quieren conocer el origen de los productos, si son reciclables… Los criterios ESG comienzan a ser clave en las decisiones de compra de los consumidores.
De hecho, la sostenibilidad se considera un criterio de compra clave para el 60% de los consumidores y el 85 % de las personas indican que han cambiado su comportamiento de compra para ser más sostenibles en los últimos cinco años, según los datos del estudio Perfil del consumidor ESG, elaborado por Thinking Heads.
Otra de las conclusiones que se desprende del estudio es que los consumidores están dispuestos a pagar más por marcas sostenibles. Por lo tanto, la transparencia, tanto en los negocios como en las cadenas de valor, ayuda a tomar mejores decisiones. No hablamos de una cuestión exclusivamente de imagen o reputación, hablamos de crecimiento y rentabilidad.
Osapiens llega a España para ayudar a las empresas en su viaje a hacia la sostenibilidad aportando simplicidad, facilidad y ahorro de costes en el cumplimiento de la normativa europea. Osapiens HUB es la primera plataforma SaaS de sostenibilidad en el mercado. Una herramienta imprescindible por su simplicidad, facilidad, el ahorro de costes que supone y, además, permite crear transparencia en toda la cadena de valor, cumplir los requisitos ESG legales y automatizar los procesos manuales.
La plataforma, alojada en la nube y actualizada constantemente por su equipo de 200 desarrolladores informáticos de primer nivel, se apoya en tecnologías que van desde IA, IoT o Track & Trace que permiten la recopilación y comunicación de datos, el análisis de procesos, el seguimiento del ciclo de vida de los productos y la detección de problemas de conformidad y piratería.