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Nicola D’Elia, CEO en España, Portugal e Italia del grupo InPost, analiza el impacto de los envíos a NO domicilio (recogida en el punto de venta) en el sector de la logística y las ventas de las tiendas que optan por dar este servicio.
Los envíos a NO domicilio en la última milla será una tendencia que beneficiará a los comercios tradicionales, como son las tiendas de ultramarinos o de alimentación. Un modelo, en el cual el usuario es el que se dirige a un punto de recogida de envíos sin tener por tanto que esperar a recibir su pedido.
La escena ya no es ajena ni extraña: al caer la tarde, y coincidiendo con la salida del trabajo, es fácil ver por la calle a gente con cajas, sobres y bolsas de las principales cadenas de distribución y otros enseres típicos de la venta online. Han sido ellos, los propios clientes, quienes han acudido a algún punto de recogida para llevarse su paquete a casa. Algo que podría parecer un sinsentido: ¿Por qué íbamos a querer ir a recoger los paquetes cuando un repartidor puede dejárnoslos directamente en casa?
Hay muchas razones por las que los envíos a NO domicilio tienen cada vez más usuarios. Una de ellas es la comodidad del modelo. Y es que, en contra de lo que pudiera parecer, el hecho de no tener que estar pendientes de cuándo va a llegar a casa el repartidor aporta tranquilidad y libertad: podemos seguir con nuestra vida sin preocuparnos por el mensajero ni por las consecuencias de no estar en casa cuando llegue, como tener que agendar de nuevo la entrega, pedir a un vecino que lo recoja por nosotros o incluso tener que desplazarnos después a recogerlo nosotros.
Por el contrario, los envíos a NO domicilio nos permiten elegir, desde el mismo momento en que hacemos la compra online, dónde y cuándo vamos a querer recoger el paquete. Por ejmplo, InPost cuenta con más de 60.000 Punto Pack y Lockers en Europa, 6.000 de ellos en España.
Un Punto Pack es un comercio de barrio que actúa como receptor de los paquetes de los usuarios, los custodia y posteriormente se los entrega a su propietario, cuando decide ir a por ellos. A cambio de esta labor, el Punto Pack recibe una comisión por cada pedido gestionado, que en algunos casos ha llegado a representar casi la mitad de su facturación total.
El modelo de envíos a NO domicilio no solo está transformando la logística, sino que también está revitalizando las tiendas de barrio. Estos establecimientos, al convertirse en Punto Pack o al introducir un Locker en sus locales, han observado un notable incremento en sus ventas. Según datos recopilados por InPost, las tiendas de barrio como tiendas de ultramarinos, que han adoptado este modelo, han experimentado un aumento de hasta un 70% en sus ventas generales.
Esta alianza genera mayor visibilidad del negocio de barrio al atraer a nuevos clientes que, originalmente, solo buscaban recoger o enviar un paquete. Los usuarios que visitan la tienda de barrio al recoger su paquete, terminan comprando algún producto orientado al commodity, como es el caso de la alimentación, lo que demuestra la efectividad del modelo para impulsar ventas cruzadas.
Este fenómeno es especialmente relevante en el sector de la alimentación, donde la regularidad de compra y la necesidad de productos frescos atraen a clientes de manera consistente. Además, la integración de estos servicios en tiendas de barrio refuerza la economía local y ofrece una alternativa sostenible y conveniente para los consumidores.
Por pura lógica, el hecho de que los repartidores no tengan que ir casa por casa para entregar las compras, sino que depositan un gran número de ellas en un único punto de recogida al que luego va cada usuario, generalmente a pie, conlleva un menor número de trayectos en vehículo a motor. Y eso implica una reducción de emisiones, que un estudio de South Pole cifra en hasta un 86 % menos por paquete. No es ninguna nimiedad.
Si a esto le sumamos una de las grandes tendencias que vamos a ver en 2024 en lo que respecta a los envíos a NO domicilio y el consumo online, el llamado Recommerce, podríamos decir que nos encaminamos a un modelo totalmente disruptivo llamado a revolucionar la forma de comprar.
¿Conoces las tres "R"s? La regla de las tres "R", y por eso se añade la R delante de Ecommerce, es una iniciativa que tiene como foco cuidar el medio ambiente, con el objetivo último de reducir el volumen de basura o residuos generados. Entre sus principios reside la intención de potenciar hábitos de consumo responsables, reduciendo en la medida de lo posible la huella de carbono.
La cada vez mayor conciencia social sobre la necesidad de hacer un consumo responsable ha dotado de mayor protagonismo a un sector hasta hace poco enfocado en un público muy concreto, con lo vintage como eje y razón de ser.
Pero, en la actualidad, hay cada vez más personas que adquieren productos reacondicionados, ropa de segunda mano o artículos que hasta ahora despreciábamos por no ser totalmente nuevos. La realidad es que esta forma de consumo no sólo permite recuperar y reintroducir en el mercado productos que siguen en buen estado y que pueden tener una segunda oportunidad, sino que es más económica, lo que permite sortear la subida generalizada de precios sin tener que renunciar a nada. Y con un componente de responsabilidad social como trasfondo. Si a esto le sumamos los envíos a NO domicilio, demostramos que se puede seguir consumiendo sin comprometer nuestro futuro. Y no hay que olvidar un elemento más que entra en juego al hablar de envíos a NO domicilio: el apoyo al comercio local.
De nuevo, el modelo plantea una paradoja: a pesar de enfocarse al comercio online, que tradicionalmente ha sido más accesible para grandes cadenas de distribución con la capacidad de responder a una demanda global que trasciende a su ámbito natural de actuación, nuestra red de Punto Pack son una forma de beneficiar al pequeño comercio de una tendencia que los supera.
Además, para velar por la sostenibilidad del planeta, hemos creado un sistema en el que los usuarios no necesitan imprimir ninguna etiqueta para recoger sus pedidos: bastará con mostrar un código QR en la pantalla de su móvil para hacerlo. Nosotros incorporamos impresoras a los Punto Pack para reducir progresivamente el uso de etiquetas en los envíos y crear con ello un modelo más sostenible. Un sistema que permite ahorrar 5 toneladas de CO2 cada año, el equivalente a recorrer 70.000 kilómetros con un coche pequeño, según cálculos que manejamos internamente.
El hecho de convertirse un pequeño comercio en Punto Pack brinda mayor visibilidad del negocio entre potenciales clientes que, al pasar por allí a recoger sus paquetes, en muchas ocasiones realizan una compra inesperada. Y son estas ventas cruzadas las que fidelizan a nuevos clientes por algo tan sencillo como entrar en una nueva cadena de valor que saca la logística de casa para llevarla a los barrios, que pone las necesidades del usuario como base de un sistema en el que él es quien decide cómo actuar y que introduce un mayor grado de eficiencia en los repartos (pues elimina las entregas fallidas por completo) y una drástica reducción de emisiones contaminantes para crear un modelo que engancha: quienes prueban, repiten. Por algo será.