Empresas Premium
El papel de las mujeres en el campo siempre ha estado presente por lo que no es necesario reivindicar su posición social con el objetivo de establecer un modelo de trabajo. En Retail Actual hablamos con María Burgoa Cobreros de la Bodega Lar de Maía sobre el empoderamiento femenino y su vinculación con los vinos.
Castilla y León es una región de agricultura de bellos mares color pajizo, de suelos austeros de gran riqueza.
El papel de las mujeres en el campo siempre ha estado presente por lo que no es necesario reivindicar nuestra posición social con el objetivo de establecer un modelo de trabajo. Si creo que tradicionalmente la presencia de las mujeres en el mundo del vino no ha estado representada y es ahora cuando un mayor número de nosotras lideramos proyectos enológicos no sin tener equipos formados por mujeres y hombres.
Creo que no hay que olvidar que tanto las mujeres como los hombres nos necesitamos mutuamente, claro ejemplo son los trabajos de excesiva fuerza en las bodegas donde ambos sexos nos apoyamos para sacar los proyectos adelante.
Bodega localizada en Cubillas de Santa Marta en Valladolid, Lar de Maía elabora vinos de calidad de forma tradicional, cuidando cada parte del proceso para que el resultado siempre sea el mejor, un vino que hable por sí solo y deje huella. Nuestra amplia experiencia en el mundo del vino trabajando para otras bodegas y nuestra pasión por el trabajo bien hecho, hizo que, después de mucho tiempo dando forma a este sueño, en 2015 naciese Lar de Maía.
Queríamos hacer vinos con personalidad propia que se reflejara tanto dentro como fuera de la botella; ya que esto es lo primero que ve el consumidor antes de tomar la decisión de elegir el producto. Lar de Maía elabora vinos naturales, sin aditivos y con carácter para que cuando los pruebes disfrutes del trabajo bien hecho.
Mimamos cada parte del proceso para que el resultado sea siempre el mejor. Basamos nuestra producción en el modelo de Vino de Pago, por lo que hacemos cosechas limitadas y controladas.
Nuestra filosofía diaria apuesta por el respeto al medio ambiente y lo que nos da a cambio es máxima calidad en nuestra uva Tempranillo, así como un vino más natural y con personalidad propia. Las uvas crecen en una variedad de suelos, en su mayoría arcillosos, arenosos, de grava y caliza aportando a los vinos características individuales. Los abonados se hacen de manera individual en cada parcela, en función de sus necesidades y edad de la viña.
Nuestra bodega se encuentra totalmente vinculada al terroir de la campiña del Pisuerga que hace frontera con el Cerrato palentino, somos responsables de mostrar la tipicidad en nuestros vinos y de ser extremadamente respetuosos con las viñas centenarias con las que trabajamos.
Tanto las mujeres como los hombres cubilleros los cuidamos y laboramos con mimo para vivir de nuestras tierras. Un paseo entre viñedos te permite descubrir los pagos de Sallana, patrimonio vegetal vinícola localizado en la población de Cubillas de Santa Marta, además de los viñedos de Trigueros del Valle y Cigales.
María Burgoa es licenciada en Filología Inglesa en la UVA de Valladolid y realizó un posgrado de Viticultura, Enología, Dirección de Empresas Vitivinícolas y Análisis Sensorial en la Universidad de La Rioja. Es técnico superior de Comercio Internacional y diplomada en Secretariado Internacional por el Ballbridge College of Business Studies de Dublín, Irlanda.
Todo ello, y el rodaje en las bodegas donde ha tenido responsabilidades en la gestión, unido a su dominio de los idiomas y de la exportación de vinos le han permitido durante casi 20 años trabajar en bodegas de Rueda, Ribera de Duero, Vino de la tierra de Castilla y León, Arlanza, Toro y La Rioja. Tras ese largo periodo, en 2015 decidió viajar en solitario. No se define como enóloga a pesar de su formación, prefiere denominarse bodeguera, empresaria, creativa y capaz de trasladar la expresión de sus vinos al consumidor final.