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El sector del transporte y la logística está experimentando una transformación digital empapada por los cambios y evolución del sector tecnológico.
La transformación digital y la logística están totalmente unidos, y eso afecta al transporte, que siempre ha tenido un papel clave en el comercio, y que ahora se ha vuelto fundamental.
En el ámbito empresarial, la digitalización supone abrazar el uso de tecnologías digitales para todo lo que tenga que ver con almacenar, procesar o transmitir información, además de para llevar a cabo procesos que antes se hacían a mano.
Si miramos al sector del transporte y la logística, se centra en adoptar tecnologías con las que automatizar procedimientos, controlar mejor el envío o recepción de cargas y las flotas de transporte de carga general. Todo en pos de mejorar la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad de las operaciones.
Lo cierto es que el sector de la logística está muy atomizado y fragmentado, por no hablar del elevado nivel de intrusismo al que se enfrenta. La alta competitividad, los problemas de los últimos años en las cadenas de suministro y la incesante aparición de nuevas tecnologías complican las cosas a todas las empresas que quieren dar el salto.
Y eso, sin mencionar cómo crece la omnicanalidad, la inflación que está afectando a todos los precios, el refuerzo de medidas sostenibles que obliga a cambiar procedimientos para reducir emisiones y la incertidumbre que se respira en el aire. No lo tiene fácil para digitalizarse, pero debe dar el paso.
La mejor forma de superar esos retos a los que se enfrenta el sector es lanzándose de lleno a las nuevas tendencias digitales que lo envuelven, y las vamos a ver a continuación:
El comercio electrónico ha revolucionado la forma en que las empresas venden y distribuyen productos. En el contexto del transporte y la logística, no ha hecho más que aumentar la demanda de servicios, obligando a las empresas a aumentar sus flotas y optimizar rutas para aumentar su eficiencia. Precisamente, las herramientas digitales también ayudan en esto.
El Big Data, gestión y análisis de grandes cantidades de datos, influye en este sector permitiendo la optimización de rutas de transporte, así como un aumento de eficiencia en cadenas de suministro y, al final, una reducción de costes operativos.
El Internet de las Cosas (IoT), tendencia que lleva a la interconexión de dispositivos electrónicos a través de Internet, permite tener un mayor control del desarrollo de las rutas, el estado de las flotas, la seguridad del transporte y, en resumen, la gestión de la cadena de suministro. Es muy útil en conjunción con el Big Data.
La Inteligencia Artificial (IA) está haciendo muchísimo por mejorar la gestión de la cadena de suministro y la planificación de rutas de transporte, ya que es capaz de detectar patrones automáticamente a través del Big Data para facilitar la toma de decisiones y la implantación de nuevos procesos.
Su prioridad es mejorar la eficiencia de las flotas, además de hacer constantes cálculos para ver cuáles son las rutas más adecuadas tanto por tiempo como por consumo. Requieren conectividad total, pero arrojan muy buenos resultados y un control absoluto tanto en el transporte de mercancías por carretera como por otros medios.
Las plataformas digitales son otra de las tendencias que están revolucionando el sector del transporte y la logística. Permiten una conexión directa entre clientes y proveedores de servicios de transporte y logística, facilitando la gestión de envíos, la coordinación de rutas y la comunicación en tiempo real. Consigue más transparencia y confianza en los servicios de logística, además de simplificar la gestión de los suministros, lo que a su vez da rapidez y eficiencia en las entregas.
La sostenibilidad es otro de los principales retos que deben afrontar las empresas del sector del transporte y la logística. La incorporación de soluciones de logística verde se ha convertido en una tendencia al alza, en la que se busca reducir el impacto ambiental de las actividades de transporte y logística. Así, encontramos ya vehículos eléctricos, rutas pensadas para reducir el consumo de combustible, nuevas medidas de gestión de residuos e incluso nuevos packagings y soluciones orientadas a la reutilización de materiales.
La omnicanalidad es otra de las tendencias que marcan el camino hacia el futuro en el sector del transporte y la logística. Esto implica ofrecer una experiencia de compra integrada y coherente a través de diferentes canales de venta, incluyendo tiendas físicas, tiendas en línea, redes sociales y otros canales. Algo que obliga, en muchos casos, a una completa reestructuración del negocio y de sus procesos. ¿Por qué? Porque se necesita usar plataformas digitales que permitan integrar y mover datos entre canales distintos, así como conectar directamente con la cadena de suministro.
Todos estos procesos de cambio y la incorporación de nuevas tecnologías de transformación digital en logística deben estar siempre orientados a satisfacer las necesidades de un consumidor que es cada vez más exigente, sin olvidar lo importante que es el respeto al medio ambiente. Saber afrontarlos teniendo esto en cuenta es clave para el éxito, aunque no es fácil. De ahí que sea importante contar con profesionales especializados y con experiencia, como es el caso de Conde Fernández Hnos.