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Retail Actual vuelve a uno de los temas que han centrado el debate en 2022 y lo hará en 2023: la omnicanalidad. Hablamos con Samuel Mueller, CEO y cofundador de Scandit.
La tecnología ha transformado por completo la forma en la que los clientes se relacionan con las tiendas físicas y sus expectativas. Hoy buscan disfrutar de las mismas ventajas de las compras online. Cientos de tiendas han tenido que acelerar sus estrategias de digitalización, para elevar sus negocios a una nueva dimensión y abordar un modelo que ya empieza estar muy extendido: la omnicanalidad.
Este enfoque estratégico busca hacer un uso integrado de todas las herramientas disponibles para relacionarse con el cliente, desde la tienda física y online, hasta las apps y redes sociales. Según los datos de uno de nuestros últimos estudios, el 51% de los retailers considera que el futuro de la tienda física pasa por ofrecer un modelo híbrido online-offline, junto con el 36% que cree que el uso futuro de la tecnología en tienda reside en la combinación de experiencias online y offline.
A pesar de que la digitalización avanza a pasos agigantados, existen retos que los retailers deben afrontar, como la dificultad para integrar nuevas soluciones tecnológicas (68%), una mala experiencia de usuario (48%), equipos desactualizados (45%), o la dificultad para elegir entre muchas herramientas distintas (39%).
Una vez el comercio minorista ha asumido la necesidad de crear experiencias híbridas, es primordial ofrecer a clientes y empleados las herramientas tecnológicas adecuadas para mejorar la experiencia de compra y facilitar el trabajo del personal en tienda y retener el talento.
Mediante modelos como BYOD (“Bring Your Own Device” o “traiga su propio dispositivo”), COPE (“Corporate Owned, Personally Enabled” o “Dispositivo propiedad de la empresa, uso personal permitido”) o híbrido, con los smartphones como denominador común, empleados y clientes pueden tener acceso a nuestra plataforma de captura inteligente de datos. Una solución que permite recoger datos hasta 3 veces más rápido que los escáneres dedicados, en cualquier condición lumínica o en ángulos complicados, incluso en etiquetas dañadas.
De esta forma, los minoristas se benefician de procesos eficientes y automatizados en la tienda, en el almacén y al procesar pedidos. Pueden reducir el número de tareas manuales propensas a errores, y dar a su personal información de valor que satisfagan las consultas de los clientes, como la disponibilidad de artículos en el almacén. Si descubren que faltan productos, pueden realizar un nuevo pedido directamente in situ con su smartphone. Cuando llega una entrega, los empleados la escanean y ven inmediatamente dónde debe ir cada mercancía; y a la inversa, pueden acceder a la información sobre dónde están los artículos de un pedido online, para poder recogerlos y entregarlos de forma rápida. Las posibilidades son casi ilimitadas.
Por su parte, a través del uso de este tipo de aplicaciones, los clientes también pueden consultar por sí mismos la información del producto, solamente escaneando la etiqueta o el producto en sí, sin necesidad de hacer una larga búsqueda en Internet. Y con el self scanning móvil pueden evitar las colas en la caja. Igualmente, permite personalizar cada vez más la experiencia y ofrecer al comprador recomendaciones y ofertas.
La omnicanalidad en el retail ha llegado para quedarse. Ahora solo queda trabajar para que cada comercio adapte la experiencia de compra a las nuevas necesidades de sus clientes, facilitando a sus empleados la capacidad de darles respuesta.