Empresas Premium
Jose Antonio Coca, director de Franquicias de Phone House, desgrana para Retail Actual las peculiaridades de este modelo de negocio.
En momentos tan cambiantes como el actual, muchas personas buscan apostar por un negocio probado que les traiga beneficios. Es ahí donde optar por una franquicia se postula como una buena solución para aquellos que quieren invertir en una nueva aventura empresarial.
Sin embargo, una vez tomada la decisión, las dudas asaltan: ¿Cuál elijo? ¿De qué sector? ¿Cuánta inversión necesito? ¿Y en cuanto tiempo la recupero? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes cuando un inversor se va a convertir en franquiciador.
La franquicia ideal es aquella que se basa en negocios muy diversificados o lo que es lo mismo, tener varios negocios en uno para obtener una mayor rentabilidad. Si como inversor queremos crecer, lo ideal es alinearme con una franquicia en expansión y que apueste de forma clara por su canal de franquicias, porque si lo hace, apostará por mi negocio. Averiguarlo es una tarea sencilla: solo tendremos que ver el volumen de franquicias de la marca que estemos valorando, así como por las aperturas que esté haciendo o planee hacer.
Además, debemos elegir el sector de actividad adecuado, que tenga gran demanda en el mercado, más aún en estos tiempos, donde los cortos periodos de retorno de nuestra inversión son fundamentales.
Una de las claves que asegurará nuestra inversión es apostar por compañías sólidas que tengan las ideas claras y fomenten el crecimiento de la empresa y la innovación. Para ello, deberemos tener en cuenta el reconocimiento de la marca en el mercado, su presencia a lo largo de los años y la capacidad que tenga para incorporar nuevos servicios o productos constantemente.
Otro factor importante son las condiciones de entrada: el canon, el royalty y los apoyos tanto económicos como comerciales, que son esenciales para hacer crecer el negocio.
Por último, elemento clave en el éxito de la franquicia son los métodos formativos y el apoyo en la gestión de los equipos, ya que las personas son el principal activo de una compañía. Es fundamental que el franquiciado esté acompañado desde el principio, primero con formación continua (online y presencial), después con una persona de la marca que le ayude en todo el proceso de la apertura y por último con un equipo dedicado a solventar tus dudas, incidencias que puedan surgir y darte soporte en la gestión de los equipos.
La ventaja de trabajar con una franquicia con dilatada experiencia es que muchas de las herramientas las proporciona directamente el franquiciador, pero sin duda, la implicación del franquiciado y una actitud colaborativa de ambas partes facilita el éxito del negocio.