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Las soluciones de impresión de etiquetas Brother facilitan la trazabilidad de los alimentos y el cumplimiento de las normas.
El etiquetado de alimentos es una de las piezas clave en la distribución y gestión del punto de venta, además de ayudar a generar confianza y sensación de seguridad en el consumidor. Por un lado, asegura la trazabilidad de los alimentos, desde su producción y distribución hasta su elaboración. Las normativas europeas coinciden en que las etiquetas deben ser claras y visibles, y contener toda la información necesaria (ingredientes, fecha de caducidad o consumo preferente, valor nutricional, alérgenos, etc.).
Para minimizar los errores de un mal etiquetado y no cometer riesgos para la salud, mejorando la confianza y satisfacción del cliente, la firma de soluciones de impresión Brother nos desgrana los pasos a seguir en este campo para cumplir todas las normativas y facilitar el trabajo diario en todas las áreas:
Antes de su distribución a supermercados y otros puntos de venta. En esta etapa es imprescindible que la etiqueta incluya un código de barras o nº de referencia, los datos de origen, contenido, peso, instrucciones de conservación, etc. (tanto los envases individuales como las cajas, palés, etc.)
Al estar destinados al consumidor final, debe figurar claramente el precio (también descuentos u ofertas en caso de ofrecerse), fecha de caducidad, alérgenos, y contenido del envase.
En el caso de los alimentos al peso o a granel, debe consignarse claramente el tipo de producto, su origen, fechas de envasado, caducidad y el precio por kg.
En el caso de canal horeca, pero también en los cada vez más presentes córners y puntos calientes de comida para llevar de los supermercados y espacios comerciales (los llamados también mercaurantes) también están obligados a etiquetar los alimentos frescos, cuando los reciben y en el momento en que los descongelan o preparan. Hay que añadir las fechas de caducidad secundarias correspondientes a cada ingrediente para asegurar que se cocinan y consumen dentro del tiempo adecuado. Y preferiblemente, no hacerlo a mano para evitar confusiones.
Las soluciones de etiquetado de Brother para el sector alimentario abarcan las series TD-2, TD-4 y las impresoras portátiles de la serie RJ. Están indicadas para etiquetar en movilidad, como en un supermercado o los pasillos de un almacén, permitiendo crear etiquetas personalizadas, legibles y de calidad profesional, desde un ordenador, tableta o móvil, incluir códigos de barras, logotipos e iconos y muchas otras funciones.
Gracias a la tecnología térmica que usan son fiables y robustas y, según el modelo, incluso calculan automáticamente la fecha de caducidad de los alimentos tras su descongelación o apertura. Una ayuda inestimable para asegurar la trazabilidad y la salud de sus clientes.