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La emblemática Casa Calvet de Antoni Gaudí, en el barrio del Eixample de Barcelona, ha sido el lugar elegido por los maestros chocolateros de Brescó para ubicar su primer “supermercado” del chocolate fuera de su lugar de origen, Huesca. Tras su imponente fachada –el edificio es Bien de Interés Cultural– descubrimos un local de delicada decoración, donde simplicidad y arquitectura convierten al cliente en espectador de un verdadero museo. Su interiorismo es obra del estudio Desafrà.
En un amplio mostrador se exponen cerca de 350 chocolates elaborados por Brescó
Se han empleado piezas de gres porcelánico Neolith de la firma Thesize en color marrón chocolate cortadas en forma de trencadis
El cubículo de los servicios públicos se recubre con el mismo material utilizado en el pavimento de la tienda
El nuevo establecimiento Brescó, empresa familiar de maestros chocolateros nacida en 1875, no deja indiferente. Inaugurada en junio de 2013, se trata de la tienda “más importante” de la casa, que cuenta con dos locales más en Huesca, ciudad de la que es originaria.
Ante sus puertas, la arquitectura de la Casa Calvet de Gaudí, permite al paseante disfrutar del modernismo catalán, respetado también en el interior del establecimiento. Enaltecer esta arquitectura ha sido, de hecho, una de las premisas principales del proyecto, que se traslada al interior con un rincón que recuerda al artista –se recuperan una silla y una mirillas diseñadas expresamente para este edificio y varias imágenes del inmueble y la biografía del autor–.
“Nuestro objetivo a la hora de concebir el local era poder casar Gaudí con el chocolate”, explica Germán Carcasona, administrador en Chocolates Brescó Barcelona. El uso de dos colores, blanco roto y marrón, por todo el espacio en forma de trencadis aportan esa conexión y logran transportar a sus clientes al mundo del cacao.
A partir de la singularidad del espacio, el local de 200 metros cuadrados se distribuye en una zona de estanterías y vitrinas frigoríficas cercana a la calle, donde se muestran alrededor de 350 referencias de producto; área de expositores y venta, y otra de degustación con barra para disfrutar de los chocolates.
Para conseguir cumplir todo el programa, se necesitaba un almacén y dependencias privadas que se han colocado en el fondo del local, donde también se ubican los servicios públicos “Toda esta distribución está creada de forma que, a pesar de tener la sensación de un espacio único y abierto al cliente, las circulaciones de trabajo y de público, no se interfieren en ningún momento”, señala Joseph Oriol, arquitecto del estudio Desafrà.
Dignificar el concepto de supermercado del chocolate y favorecer la atención personalizadas son dos de las principales características a destacar de la zona de venta, donde juegan un papel importante expositores, iluminación, circulación, densidad de producto... A la vez, la longitud de las vitrinas frigoríficas, la disposición de los TPV, etc. cumplen el requisito de evitar aglomeraciones.
Crear un auténtico ambiente chocolatero
La esencia de la chocolatería se plasma a través de pavimentos y revestimientos, que crean un bello espacio en el que predominan los tonos marrones y beiges, en honor a los maestros de Xocolates Brescó. Para crear estos ambientes, se han utilizado piezas de gres porcelánico modelo Neolith de la firma Thesize en color chocolate cortadas en forma de trencadis, mosaico de fragmentos cerámicos propio de la arquitectura modernista catalana que imita el estilo geométrico característico de Gaudí.
Este mismo material, pero en color ‘avorio’, es el que se ha empleado en las vitrinas frigoríficas, barra del bar de la zona degustación y revestimiento interior del cuerpo de los servicios. En esta última ubicación, se utiliza tanto para el pavimento como en los tabiques, donde se consigue hacer “desaparecer” los cubrejuntas de las puertas.
El revestimiento exterior de este cuerpo se ha ejecutado con un acabado de madera con MDF (tablero de densidad media) barnizado del color del pavimento. Este material ha sido diseñado expresamente para las estanterías este local.
Los estantes, por su parte, se han ejecutado con metacrilato iluminado con ledes, consiguiendo una iluminación del producto de forma correcta y uniforme, además de evitar su calentamiento y que el chocolate se estropee.
